Los colombianos se acostumbraron a ver delincuentes capturados, en fila frente a las cámaras de televisión. Cada operativo de la Fiscalía y la Policía se convirtió en paisaje, quizá, porque no se imaginan lo que hay detrás de esos operativos.

En video quedó un angustioso momento en que un agente infiltrado, en una peligrosa banda de traficantes de drogas, fue descubierto por los delincuentes. Una mujer, que se nota controla la “olla de drogas” y la experiencia de una curtida traficante hace una pregunta que pone en riesgo al agente.

Quitarse los uniformes y simular ser civiles, la técnica magistral usada por la Fuerza Pública en todo el mundo. | Foto: Prensa Policía Nacional de Colombia
  • Traficante: ¿ustedes han atendido a este señor?
  • Agente infiltrado: claro, yo he comprado aquí arriba.
  • Traficante 2: no, yo no le he pillado, nunca en la puta vida ñero,
  • Agente infiltrado: claro, yo he comprado aquí arriba en el plano.
  • Traficante: ¿quién lo ha atendido a usted?
  • Agente infiltrado: una nenita,
  • Traficante 2: ¿cuál nenita?
  • Agente infiltrado: una nenita que estaba ahí, hace como cuatro o cinco días.
El investigador logró llegar a los cabecillas de una banda que fue desarticulada por la Fiscalía. Más de 20 capturados. | Foto: Autor Anónimo

Fue en cuestión de segundos que la situación dejó en riesgo al agente. Los traficantes conocían muy bien su personal y la fachada del investigador se desmoronaba. Cada respuesta que le daba a los delincuentes lo dejaba al descubierto.

  • Traficante 2: qué mentira socio.
  • Agente infiltrado: no sé cómo se llama la hembrita.
  • Traficante 2: veo.

Fue cuando los delincuentes se lanzaron contra el agente y empezó una persecución, a pie, por las calles de tierra y en una pronunciada bajada. En video quedó la angustia del agente, su respiración y unos gritos atrás, con la firmeza de querer atraparlo, ajustar cuentas por la intromisión.

Cuando las fuerzas se agotaban en la persecución, el agente logró llegar hasta una patrulla de la Policía, alertar que era un investigador de civil, infiltrado en una banda y pedir la ayuda de los uniformados. En ese momento fue necesario montar una nueva fachada que le permitiera continuar con las investigaciones.

  • Agente infiltrado: lléveme, lléveme.

En escena aparece nuevamente la traficante que dudó del consumidor y que básicamente lo descubrió. La mujer llegó hasta la patrulla a decir que le habían robado 6.000 pesos y que los quería de vuelta.

  • Traficante: los tiene en la mano, no tiene más
  • Agente infiltrado: tome, déselos.

El agente logró penetrar las entrañas de la banda, conocer sus movimientos, sus cabecillas y la dinámica criminal que tenían en el sur de Bogotá para el acopio y tráfico de estupefacientes.

El investigador logró llegar a los cabecillas de una banda que fue desarticulada por la Fiscalía. Más de 20 capturados. | Foto: Autor Anónimo

El operativo

Lo irónico es que el riesgo de terminar en secuestrado, torturado y asesinado por esa banda, valió la pena. La investigación fue contundente. Más de 20 personas fueron capturadas en un operativo que adelantó la Fiscalía contra la banda que fue infiltrada por el agente que por fortuna logró cumplir con su objetivo.

“Los investigadores, por más de 9 meses, lograron recopilar evidencia técnica con agente encubierto, utilización de drones, entrevistas y trabajo en el territorio con fiscales itinerantes que lograron establecer que los hoy procesados utilizaban viviendas y zonas verdes para la distribución del alcaloide”, señaló Leonor Merchán, directora seccional de fiscalías en Bogotá.

Los delincuentes tenían bajo su control las calles, los parques y varias viviendas en el sur de Bogotá. Incluso vigilaban la cotidianidad de sus vecinos con cámaras de seguridad que les permitía mantener bajo su lupa las actividades del sector, además de advertir la presencia de las autoridades.

El investigador logró llegar a los cabecillas de una banda que fue desarticulada por la Fiscalía. Más de 20 capturados. | Foto: Autor Anónimo

“Los integrantes de dicha organización fueron imputados según su responsabilidad los delitos de homicidio, porte ilegal de armas, tráfico y fabricación de estupefacientes, concierto para delinquir y uso de menores para la comisión de delitos”, señaló el ente acusador luego de las audiencias preliminares.

Fueron 17 diligencias de allanamiento que permitieron, además de la captura de los señalados traficantes, incluso los que persiguieron al agente infiltrado. También fueron incautados estupefacientes, armas, munición y equipos de comunicación, lo que confirmó la peligrosidad de esta organización criminal, como una banda de traficantes y asesinos.

“Se incautó de dinero en efectivo, cartuchos calibre 38, además, para escopeta calibre 16, radio portátil, una antena, teléfonos celulares, tres chalecos antibalas, seis radios de comunicación de color negro, cargadores, batería para radio, vainillas percutidas, cápsula de cocaína, 1 micro SD color negra, un arma de fuego entre otros elementos”, dijo la directora de fiscalías.

El investigador logró llegar a los cabecillas de una banda que fue desarticulada por la Fiscalía. Más de 20 capturados. | Foto: Autor Anónimo

Gracias al trabajo de investigación, de la actividad del agente infiltrado y de la presentación de los fiscales, un juez concluyó la necesidad de mantener a los capturados en una cárcel tras ordenar una medida de aseguramiento, lejos de las calles y de la comunidad que tenían amenazada.

Con el ingreso del oficial, la Policía logró conocer más del medio del tráfico de drogas.

Policías encubiertos: una labor de alto riesgo en Colombia

El caso anterior recuerda al del patrullero Jaime Andrés Ávila Vega, quien también fue asignado por la Fuerza Pública a infiltrarse en una banda delincuencial. Sin embargo, este joven patrullero corrió la peor de las suertes y perdió la vida en el operativo.

El policía cubría su misión en Soacha, Cundinamarca. | Foto: SEMANA

Los hechos se reportaron sobre el final del mes de junio en Soacha. Mientras el agente seguía en el barrio San Antonio cumpliendo con sus deberes como falso miembro del grupo criminal, cuatro sujetos ya sabían de su identidad por lo que lo atacaron brutalmente con un arma de fuego.

“Lamentamos el fallecimiento de nuestro compañero, el señor patrullero Jaime Andrés Vega, quien perdió la vida en cumplimiento de su deber mientras realizaba actividades como agente infiltrado, el cual estaba adscrito a la seccional de investigación criminal de este municipio”, indicó el coronel Diego Vásquez, comandante de la Policía de Soacha.

Con tan solo 23 años de edad y natural de Montería, Córdoba, el activo encubierto fue reconocido por su labor, a pesar de no poder seguir ejerciéndola por el triste desenlace de la misión.

“Acompañamos a la familia de nuestro héroe, el patrullero Jaime Ávila, a quien criminales le arrebataron la vida mientras trabajaba por la seguridad de los habitantes del municipio de Soacha. La Dijin de la Policía debe disponer de todas sus capacidades para capturar a los responsables”, indicó el general William Salamanca, director de la Policía Nacional.

El mayor general William Salamanca, Director General de la Policía Nacional, se refirió al fallecimiento del agente. Foto: Esteban Vega La Rotta | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

Sin embargo, esta técnica sigue siendo ampliamente utilizada por la institución por el gran alcance que tiene, pues permite recoger más material probatorio, conocer todo detrás de la operación del crimen organizado y sistematizar una mayor cantidad de procedimientos por contar con más información.

Por otro lado, un caso parecido fue el del año pasado en Barranquilla, Atlántico, donde la institución decidió asignar a algunos encubiertos para acompañar a los buses de la empresa Coolitoral, debido a las amenazas que tenían los conductores y los homicidios que habían ocurrido.