El pasado sábado 28 de octubre, una noticia conmocionó al país. Los padres del reconocido futbolista Luis Díaz, que juega en el Liverpool de Inglaterra, uno de los más afamados clubes de fútbol, y quien se ha convertido en una figura indiscutible de la Selección Colombia, fueron secuestrados.
Afortunadamente, la madre del jugador fue liberada, pero su padre, don Luis Manuel Díaz, quedó en poder de los delincuentes. El hecho sucedió en Barrancas, en el departamento de La Guajira.
Desde el momento en que se conoció la información, el general William Salamanca, director de la Policía Nacional, llegó hasta el lugar para determinar la estrategia que daría con el paradero de los padres de la estrella de fútbol mundial.
El general se comunicó con el jugador de fútbol y le prometió que haría lo posible por traerlo de nuevo con vida, sano y salvo.
“Un saludo a la distancia, querido Lucho. Lo saluda el general William Salamanca, director de la Policía. Contarle que estamos acá en La Guajira. Fue una orden del señor presidente de la República que el director de la Policía dirija y oriente la operación para rescatar a su señor padre. Anoche logramos rescatar a su señora madre. Está sana y salva. Estamos aquí disponiendo de todas las capacidades aéreas y terrestres de la Policía, con el apoyo del Ejército de Colombia”, le dijo Salamanca.
El general Salamanca le preguntó al jugador por el estado de salud de su padre, quien tímidamente, por lo que estaba sucediendo en el momento, respondía que no tenía ninguna condición que generara alarma.
Desde ese instante, se desplegaron por tierra, mar y aire unidades de Primera División del Gaula Militar del Ejército Nacional para dar con el paradero de don Luis Manuel y los responsables del secuestro: los criminales del ELN que negocian un acuerdo de paz con el Gobierno Petro.
Con helicópteros, pelotones motorizados, aeronaves no tripuladas, puestos de control, un avión con radar y más de cien hombres se emprendió la búsqueda del padre del futbolista. Incluso se usó un Black Hawk, el helicóptero con mayor tecnología en el país.
Según la información que reportaron las autoridades, los hombres se movilizaban en moto. SEMANA obtuvo imágenes en las que se ven pistas de los criminales, que habrían servido para su identificación.
Allí se veía a los padres de Díaz y a un hombre con ropa negra sobre una motocicleta, que avanza a gran velocidad. Otro de los presuntos secuestradores tenía camiseta amarilla con negro y un jean, portaba un tapabocas, gorra de color negro y un morral.
Gracias a la presión de las autoridades, se logró rescatar a las pocas horas a Cilenis Marulanda en perfectas condiciones; sin embargo, don Luis siguió en manos de sus secuestradores.
El presidente Gustavo Petro ordenó desplegar la fuerza necesaria para dar con su paradero. “Con el futbolista Luis Díaz hemos mantenido contacto por parte del Gobierno y de la Policía Nacional. Se recuperó a su señora madre el día de ayer y se tiene toda la disposición, se ha desplegado toda la fuerza pública para que se pueda recuperar a su señor padre”, aseguró Petro en su momento.
En medio de la búsqueda, hubo otra alerta mayor porque se habló de que los secuestradores habrían llevado al padre del futbolista a Venezuela, lo que dificultaría encontrarlo para las autoridades. Así lo dijeron varias fuentes, entre ellas el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.
“Recibimos una llamada, nos comunicamos con la Policía, y el mismo comandante de la Policía, general Salamanca, se desplazó hasta la zona con un muy buen efecto: la liberación de la mamá. El accionar de la fuerza pública busca cerrarles el paso a estos criminales para evitar que trasladen al papá de Luis Díaz a Venezuela, que es una primera hipótesis, y le pido a la ciudadanía que denuncie si sabe algo”, dijo el alto funcionario del Gobierno.
En medio del operativo también se ofreció una recompensa de hasta 200 millones de pesos para dar con su paradero.
En momentos en los que parecía que se perdía la esperanza, el general Salamanca comunicó que tenía información de que don Luis estaría en territorio colombiano, lo que facilitaría poder encontrarlo.
“Estamos ampliando el polígono para poder tener un cubrimiento más amplio con la presencia de las tropas militares, en este caso el Ejército, y la presencia de los comandos jungla de la Policía Nacional. El polígono se extiende hacia la frontera diez kilómetros y de sur a norte se extiende 20 kilómetros”, dijo Salamanca.
Aunque reconoció que se trataba de un territorio difícil, la Policía y el Ejército se desplegaron para seguir buscándolo.
Finalmente, el ELN lo dejó en libertad tras una fuerte presión nacional e internacional. A pesar de que todos los reflectores estaban puestos sobre el actuar ilegal de la guerrilla, vacilaron durante varios días con la entrega hasta que finalmente se efectuó.
Ahora, a esa organización criminal le corresponde dejar libres a todos los demás secuestrados que tienen en su poder.