La política es dinámica. Esa es una verdad de a puño y en plena época electoral toma más fuerza, pues quienes se han criticado y atacado duramente por diversos temas resultan juntándose y buscando espacios de coincidencia que les permitan defender sus intereses particulares. Los polos que han sido opuestos, en campaña suelen atraerse.Algo así, en un contexto de circunstancias similares, fue lo que pasó muy temprano en la mañana de este miércoles en Manizales. Allí, en la capital caldense, se sentaron a dialogar informalmente dos pesos pesados de la política nacional y protagonistas de primera línea -últimamente con más similitudes que diferencias- del actual debate electoral.Se trata del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, líder máximo del Centro Democrático, y del candidato presidencial por firmas Germán Vargas Lleras, jefe natural de Cambio Radical, quienes madrugaron a tomarse un café -producto tradicional de la región- en la zona común del hotel Termales de Otoño, donde coincidencialmente ambos pasaron la noche anterior.   Puede leer: Vargas Lleras busca la presidencia, por el mismo camino que la alcanzó Álvaro UribeLos dos han estado en Manizales las últimas 24 horas haciendo campaña, el uno para la Presidencia y el otro impulsando su reelección al Senado, y aunque no se sabe aún con certeza quién dio el primer paso para invitar al tinto mañanero, los dos sabían que este encuentro era prácticamente inevitable. Y se dio de manera informal.De la cita fueron testigos el gerente del hotel, Carlos Arturo Gallego, amigo común entre Vargas y Uribe; Iván Duque, candidato del Centro Democrático; Alicia Arango, jefa de debate de la campaña de Duque; y la exministra María Fernanda Campo, quien viene desempeñando un papel preponderante en las filas de Vargas. Esta cita informal, que no duró más de 8 minutos -lo que tardaron en beber su café-, se abordaron superficialmente algunos temas claves de la campaña, tanto la presidencial como la de Congreso. Ambos, como es sabido públicamente, están interesados en ampliar el número de curules que manejan en el Capitolio para tener un músculo político fuerte que potencie sus intereses en la primera vuelta del 27 de mayo."Comentarios amables sobre algunos aspectos de Colombia", trinó Uribe sobre lo que se habló durante la cita. Vargas añadió que "fue muy cordial" y que los dos van a coincidir en otros escenarios regionales, "pero en campañas separadas".

Si bien el tiempo fue corto, les alcanzó para esgrimir algunos conceptos sobre cómo podrían conformarse mayorías en el nuevo Congreso que se elige el 11 de marzo y que se posesiona el 20 de julio, y sobre cuáles son algunas coincidencias que tienen programáticamente desde su visión de derecha del Estado y que podrían sentar la base para otros diálogos de cara a la primera (27 de mayo) y segunda vuelta presidencial (17 de junio).De esta cita, que fue corta, no salieron conclusiones, pero sí quedaron los puentes tendidos al más alto nivel entre dos campañas que tienen narrativas muy similares y que han tomado la crisis de Venezuela como caballo de batalla para advertir de lo que podría sufrir Colombia si, a su juicio, llega la izquierda al poder.

Vargas y Uribe se han criticado fuertemente, incluso en meses recientes, pero su "temor" a que la Casa de Nariño sea tomada por sus opositores ideológicos los está volviendo a acercar. Por ahora, es difícil verlos juntos haciendo campaña o en eventos públicos, pero todo indica que los diálogos informales y privados se repetirán. Los contradictores suelen juntarse en época electoral.