El proceso judicial contra Nicolás Petro Burgos entró en una nueva fase. El hijo del presidente perdió la oportunidad de tener los mayores beneficios judiciales por cuenta de su falta de colaboración. La Fiscalía decidió este lunes acusarlo formalmente y llevarlo a juicio.
A pesar de que desde un inicio Nicolás había dicho que no se iba a “inmolar” por su papá y que se presentaría voluntariamente a contar lo que sabe en el proceso penal, la realidad fue bien diferente.
Quienes conocen su proceso penal aseguran que su actitud cambió el pasado 21 de agosto, cuando el presidente Gustavo Petro arribó a Barranquilla para visitarlo.
Dicho encuentro se dio luego de que un juez de garantías dejara en libertad a Petro Burgos en el marco de la investigación de un posible caso de corrupción. En un principio, se había dicho que el exdiputado había rechazado las visitas de su padre.
En ese momento, Nicolás Petro se encontraba colaborando en la investigación de ingresos no reportados en la campaña de Petro.
En entrevista con Vicky Dávila, el hijo del primer mandatario había contado el dolor que sentía por cuenta de la forma como lo había tratado su papá, que en medio del escándalo pronunció la polémica frase de: “Yo no lo crie”.
Nicolás Petro aseguró que mientras estuvo detenido pasó un tiempo enviando mensajes a su padre, a través de otras personas, para así tratar de hablar con él, aunque nunca obtuvo una respuesta por parte del mandatario.
Pero que unos días después habría sido el mismo presidente el que habría intentado contactarlo, petición que él rechazó en un inicio. “No sé. De pronto quería saber qué iba a hablar o de pronto quería ver cómo estaba yo, cómo me sentía, no sé”, señaló.
La visita finalmente solo se concretó hasta que Nicolás Petro estuvo en libertad. Sucedió el lunes 21 de agosto en Barranquilla y fue confirmada por el mismo presidente. “Hoy visité a mi hijo Nicolás. Como padre siempre tendrá mi apoyo y mi cariño. Como presidente he respetado sin titubeos la independencia judicial. Espero una acción penal libre de agendas políticas y de total sujeción al debido proceso y los fallos judiciales”, publicó en su cuenta de X (antes Twitter).
El hecho abrió un verdadero debate jurídico y político sobre lo que rodeó este encuentro. Esto, ya que tanto el nombre del jefe de Estado como su campaña en el 2022 fueron mencionados varias veces durante la imputación de cargos en contra de Petro Burgos, quien anunció que iba a colaborar con las autoridades para esclarecer estos hechos.
En la audiencia celebrada el pasado 4 de agosto, en la que el juez 74 de control de garantías de Bogotá dejó en libertad a Petro Burgos, le impuso varias restricciones, entre ellas, no reunirse con las personas mencionadas durante la investigación.
“Como quiera que los hechos que revisten esta investigación y que prestan una altísima connotación delictiva, y en relación a la corrupción en la que usted participó y gestó, señor Petro Burgos, también se le prohíbe participar en cualquier evento político y, además, como quiere que hay una matriz de colaboración (...) le queda terminante prohibido interactuar, escúcheme bien, con cualquiera de las personas de las cuales le dieron recursos de procedencia ilícita y con cualquiera de las personas que a lo largo de esta investigación guardan relación con estos hechos”.
Lo cierto es que, tras esa visita, Nicolás Petro Burgos cambió a los abogados que lo venían representando, entre estos David Teleki quien lideró la negociación durante la imputación de cargos y tomó la palabra frente a los acuerdos de colaboración que se iban a poner en la mesa con el delegado del ente investigador.