Juan Pablo González de 42 años de edad, al parecer, era un hombre obsesionado por satisfacer sus deseos sexuales sin importar dónde, ni cómo. Y así fue precisamente como pasó, al menos, sus últimos 40 días de vida. La Policía Nacional reporta que el pasado 21 de octubre, habitantes de la localidad de Usaquén denunciaron que Gonzáles estaba en la vía pública realizando actos obscenos, lo que hizo que lo capturaran.

Las autoridades no han dado detalles sobre por qué, pese a sus antecedentes se encontraba en libertad.

Y es que un mes y 10 días después, el mismo hombre, según los investigadores de la Policía Nacional, estaba en las calles no solo haciendo actos obscenos, sino que ya estaba realizando abuso sexual a una menor de edad. La víctima es una joven que fue activista durante la campaña del hoy presidente de la República Gustavo Petro.

Pues el 2 de noviembre se conoció la denuncia púbica de Hillary, la menor de edad que narró cómo en una estación de Transmilenio un hombre había abusado sexualmente de ella y además le había robado sus pertenecías. Según la Sijin de la Policía y la Fiscalía, el hombre que la menor describía era el mismo Gonzáles.

Un retrato hablado que surgió luego de conocer el relato de la joven de 17 años, así lo demostraría. De hecho, algunos vecinos del lugar coincidían al decir que se trataba de mismo hombre.

Gonzáles luego de que la denuncia se hiciera pública y que hasta el mismo presidente de la República Gustavo Petro rechazara lo sucedido, duró tres días en libertad, pero con cautela, para evitar que las autoridades lo detuvieran.

Mientras él permanecía, al parecer en su lugar de residencia, las calles de Bogotá se convertían en una batalla campal. Grupos de mujeres feministas lideraron disturbios y destruyeron estaciones de Transmilenio buscando según ellas justicia y dejando en caos y ruinas los bienes públicos.

Juan Pablo González, la noche del sábado 5 de noviembre sintió golpear la puerta, eran los investigadores de la Policía Nacional, que ya tenían en sus manos la orden de captura que emitió la Fiscalía General de la Nación por presuntamente abusar sexualmente de la joven. Le leyeron sus derechos como capturado junto a un cuadro de la Virgen María que tenía Gonzales en su lugar de residencia.

Fue la última vez que el hombre pisó su casa, porque ahí empezó un recorrido que sin pensarlo lo conduciría a la muerte. A las 7:27 de la noche la Fiscalía General de la Nación aseguró que “el trabajo investigativo permitió identificar y capturar al presunto responsable de abuso sexual contra adolescente de 17 años, en hechos ocurridos el 31 de octubre, en Transmilenio” y que lo presentarían ante juez de control de garantías.

Mientras eso sucedía Gonzáles inspiró uno de los trinos más emotivos del comandante de la Policía de Bogotá el general Fernando Triana: “Hemos cumplido. Una vez más damos rápida respuesta a nuestros ciudadanos. Bajo la Operación Santa María Goretti logramos capturar al presunto agresor sexual de una menor en @TransMilenio. Este sujeto tendrá que responder por su accionar ante la justicia”, se leyó a las 10:09 de la noche de eses sábado.

El general le estaba dando respuesta directa al Twitter del presidente de la República que, dos días antes, había publicado en su cuenta oficial: “Hilary fue activista en mi campaña presidencial, y fue abusada sexualmente en una estación de Transmilenio. Le solicito a la policía en la brevedad del tiempo la captura del criminal”.

Las últimas horas de Juan Pablo transcurrieron en medio de interrogatorios. Juan Pablo González no aceptó los cargos por acceso carnal violento en concurso con hurto agravado y calificado que pidió la Fiscalía le imputaran ante un juez de control de garantías, que finalmente ordenó que fuera recluido en establecimiento carcelario mientras se adelantaba su proceso.

Aún no se había definido si sería llevado a la cárcel La Picota o La Modelo de Bogotá, así que entre tanto, González fue llevado a URI de Puente Aranda, la cual está a cargo de la Policía.

Allí fue dejado en una celda, al parecer con pocos detenidos debido a que según algunas versiones habría llegado alterado.

Cuando las autoridades celebraran la captura de González, recibieron la noticia de que algo grave había pasado, algo que hasta el momento es un misterio. González estaba tendido en la celda, pero sin signos vitales.

Hasta el momento, se han escuchado diferentes versiones, pero todas están siendo a analizadas por los investigadores.

SEMANA se contactó con el secretario de Seguridad de Bogotá y autoridades policiales, para obtener más información, pero hasta el momento no han dado mayores detalles: “estos investigando”, dicen.

Entre tanto y para seguir dando detalles sobre la muerte de este hombre, informaron que a las 4:40 de la tarde del pasado domingo, González fue reportado como muerto.

Inicialmente, se pensó que se trataría de un suicidio. Otros hablaban de la posibilidad de que hubiera presentado un paro cardio respiratorio, pero hay indicios que llevarían a pensar que habría sido asesinado, debido a que, al parecer, su cuerpo presenta politraumatismos.

Sin embargo, el cuerpo está en estudio por médicos forenses de Medicina Legal que, determinaran qué ocurrió en los últimos minutos en los que González estuvo detenido en la URI.

Por su parte, la Policía que era la que tenía en custodia al detenido y es la responsable de salvaguardar su integridad también inició una investigación interna pretendiendo determinar, ¿qué sucedió?