El atentado contra Luis Naranjo, exconcejal del Centro Democrático y actual dirigente político de la región se dio, según conoció SEMANA, una noche antes del atentado contra el Ejército Nacional que se registró el pasado 2 de febrero, en el que un soldado perdió la vida y otros más resultaron heridos, mientras guerrilleros del ELN activaron una carga explosiva cuando ellos se movilizaban por la carretera que conecta a Tame con Saravena, Arauca.

El primero de enero, Naranjo estuvo en Tame con algunos afiches de Óscar Iván Zuluaga apoyando su campaña a la Presidencia, y de Daniel García para el Congreso. Luego de charlas políticas con la comunidad mientras repartían la publicidad, decidió regresarse pasadas las seis de la tarde. “Teníamos ganas de llegar a ver el segundo tiempo del partido Colombia–Argentina, a ver sí nos distraíamos un poco de la tensión que se vive en Arauca por cuenta de la violencia”, dijo Naranjo a SEMANA.

Así quedó la camioneta:

Cuando estaban pasando un tramo en mal estado de la vía, a la altura de Fortul, el conductor escolta que le fue asignado por la Unidad Nacional de Protección (UNP) bajó la velocidad y en ese momento varios guerrilleros del ELN salieron a la vía pidiendo que parara. Como el exconcejal había sido blanco de amenazas en anteriores oportunidades, el esquema de seguridad decidió hacer caso omiso y pisar el acelerador.

“Eso fue en cuestión de segundos, cuando empecé a escuchar cómo los disparos de fusil impactaban en la camioneta”, narra el exconcejal mientras muestra a este medio las fotografías de como quedó el vehículo. Al menos diez disparos se evidencian en las puertas y el baúl del vehículo. En la llanta trasera derecha, es imposible cuantificar los impactos, quedó completamente destruida.

El motor de la camioneta también se afectó en medio de la ráfaga de disparos de fusil, el carro alcanzó a avanzar aproximadamente diez kilómetros antes de apagarse. Quedaron en un punto de la carretera en el que no había señal, temían que los estuvieran siguiendo. Pero la premura por salvar su vida los obligó –a sus escoltas– a bajarse del carro y cambiar la llanta en tiempo récord.

“Son momentos de mucha tensión, solo pensaba en salir de esa situación a como fuera junto con mis muchachos”, relata Naranjo. Al avanzar un poco, lograron comunicarse con el comandante del Batallón del Ejército que estaba en Fortul y él envió un grupo de uniformados que les prestó seguridad mientras llegaban a resguardarse en las instalaciones militares. Allí pasaron la noche mientras otro esquema de seguridad llegaba para sacarlos de Fortul a Saravena.

La noche siguiente se enteró de que en el mismo punto donde la noche anterior vivió lo que parecía una pesadilla, un soldado murió luego de que la guerrilla activara una carga explosiva. Del atentado que sufrió el dirigente político poco o nada se sabía, se manejó con recelo por su seguridad y por las investigaciones que se adelantaban. En las pesquisas que se han realizado esta semana se ha logrado determinar que los dos atentados están conectados entre sí.

La noche que pasaba el hombre de confianza de Zuluaga en Arauca, por el tramo de la vía de Fortul, al parecer los guerrilleros estaban instalando la carga explosiva que 24 horas después se activó al paso del convoy del Ejército. Es una de las hipótesis que más toma fuerza para las autoridades. “Al ver que nosotros pasamos por ahí, no hicieron el pare, porque ellos acostumbran a quitar esas camionetas”, dice Naranjo.

De hecho, este lunes en la tarde la camioneta iba a ser sacada del territorio araucano para poder arreglarla. Así que la empresa que blinda los vehículos se movilizó hasta la región y de camino la grúa que recogería la camioneta que fue parada por miembros del ELN. “Por el camino, en una parte que se llama Flor Amarillo, jurisdicción de Tame, la guerrilla le salió y le preguntaron si iban a recoger el vehículo que habían tiroteado en Fortul porque ellos estaban esperando esa carro para incinerarlo”, relató el dirigente del Centro Democrático, razón por la cual el vehículo salió escoltado de la zona.

Mientras tanto, Naranjo continúa realizando política pese al ambiente hostil en el que se desarrolla esta campaña presidencial.