Sobre el mediodía de este viernes, 30 de agosto, fue confirmada la muerte por eutanasia de Javier Acosta, cuya historia conmovió el país.
Miles de personas siguieron de cerca sus últimos días de vida, precisamente después de que anunciara que el 30 de agosto de 2024 se aplicaría la eutanasia, para no sufrir más y descansar como lo deseaba.
En redes sociales fueron múltiples los mensajes tras conocerse la noticia:
Horas antes de su deceso, Acosta dio una entrevista a los Impresentables, de Los 40, donde habló de su su hija, quien es lo más importante para él.
“Tienes una niña, que también se llama Valentina, ¿cómo le explicas esta decisión a ella?”, preguntó Valentina Taguado.
“Te lo voy a decir de la manera más seria posible, mi hija me dice lo siguiente: ‘Papi, mira, te voy a ser sincera, yo te amo y dicen que el primer amor de una hija es su papá y tú eres mi primer amor. Prefiero que estés en el cielo con papito Dios, a verte sufriendo en una cama’, imagínense la madurez de mi niña”, indicó.
“Yo soy fiel creyente de que hay vida después de la muerte, sé que me voy a encontrar en el cielo con mis abuelitas, mis amigos de la barra que lloré... llevo 21 años de barra brava, soy viejo en esa vuelta. He comido tanta mierda, que para mí es un ratico. Yo creo que cuando la vida se pone dura de tanta vuelta, uno tiene que sonreír”, agregó en la charla con el formato radial.
No obstante, uno de los instantes más nostálgicos de la entrevista fue cuando Javier Acosta confesó el motivo real detrás de la eutanasia, ya que era pensada por y para su hija. El colombiano reveló que este camino surgió como un foco a futuro, ya que no quería que María Valentina sufriera o se perdiera su juventud por cuidarlo.
“¿Qué significa María Valentina Acosta en su vida?”, indagó Roberto Cardona.
“Wow, no me esperaba esa pregunta. Significa amor, vida, valentía, ternura, motor. María Valentina es todo en mi vida, es el tesoro más hermoso, es lo más divino que pude tener en mi vida. Son esas ganas para salir adelante, es el significado de guerrear y luchar, además de decir: ‘Yo puedo’. Con solo una mirada me llena de fuerza para colocarme aparatos y ponerme de pie, es querer ser una persona humilde y no egoísta decidiendo lo de la eutanasia”, afirmó, bastante emotivo.
“El motivo más grande de elegir la eutanasia fue María Valentina. No puedo permitir que por mi egoísmo y quedarme en esta vida sufriendo hacer que mi hija pierda su niñez, su infancia, ser joven y no perder su juventud por cuidar a un discapacitado, o al papá que no se puede mover. Yo ya viví, viví al extremo, pero Valentina merece tener una vida bonita, junto a mi hermana, mi mamá y mi papá queda en las mejores manos. Merece amor, ternura y vida”, concluyó.