El pico y placa es una medida aplicada en ciudades como Bogotá para limitar la circulación vehicular en días y horarios específicos. Esta restricción se basa en el último dígito de la placa del automóvil, con el objetivo de disminuir el tráfico en las horas de mayor congestión y contribuir a la reducción de la contaminación ambiental.
La medida rige de la siguiente manera: en los días pares, pueden circular los vehículos con placas terminadas en 6, 7, 8, 9 y 0. Mientras tanto, en los días impares, pueden circular los que tienen placas terminadas en 1, 2, 3, 4 y 5.
En ese sentido, y de acuerdo con lo establecido por la Secretaría de Movilidad, este martes, 22 de octubre, los carros con placas terminadas en 1,2,3,4 y 5 tendrán pico y placa, y no podrán circular en el horario establecido.
Mientras que en relación con los taxis pueden circular los vehículos con placas terminadas en 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Los que no lo que pueden hacer son el 9 y 0.
Pico y placa solidario
El pico y placa solidario permite a los conductores evitar las restricciones del pico y placa tradicional a cambio de una contribución económica. Los ciudadanos pueden adquirir un permiso para circular sin limitaciones por un día, un mes o un semestre, según su elección.
Las tarifas se ajustan en función de factores como el impacto ambiental del vehículo, la capacidad económica del propietario y si el automóvil está matriculado en Bogotá o en otra ciudad. Los recursos obtenidos se destinan al mantenimiento y mejora del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de la ciudad.
Esta iniciativa también busca fomentar un uso más responsable de los vehículos particulares, promoviendo la responsabilidad y la paciencia en las vías. Además, ofrece tarifas preferenciales para vehículos con bajas emisiones y personas de menor capacidad económica, contribuyendo tanto a la reducción del tráfico como a la mejora del ambiente y el bienestar social.
Beneficios del pico y placa, según la IA
Descongestión vial: Al limitar la circulación de vehículos en horas pico, se reduce el número de automóviles en las principales vías, mejorando el flujo del tráfico y disminuyendo los tiempos de desplazamiento.
Mejora en la calidad del aire: Menos vehículos en circulación significa una reducción en las emisiones contaminantes, lo cual contribuye a mejorar la calidad del aire en la ciudad, un tema crítico para la salud pública.
Fomento del uso de transporte público: Al restringir el uso de vehículos particulares, se incentiva el uso de alternativas como el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), TransMilenio y medios de transporte no motorizados, como la bicicleta.