Gracias a un “entramado empresarial” liderado por el contratista nariñense Luis Eduardo López Rosero se logró el direccionamiento del millonario contrato para la compra de 40 carrotanques que tenía como objetivo mitigar la grave situación sanitaria en varias regiones del departamento de La Guajira.
López Rosero logró que varias de sus empresas se vieran beneficiadas con los contratos en la UNGRD. Para darle una apariencia de legalidad y evitar llamar la atención, logró que personas “de bajos recursos y con escaso nivel educativo” firmaran los documentos.
El contratista -según la Fiscalía General- habría llegado a la UNGRD de la mano de Pedro Andrés Rodríguez Melo, entonces asesor de la Dirección General de la entidad bajo la administración de Olmedo López Martínez.
Este funcionario, como se narró en la imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento celebrada el pasado viernes, fue pieza fundamental en el entramado de direccionamiento de contratos, entregando información de primera mano a López a cambio, eso sí, de una comisión que ascendió a los mil millones de pesos.
“Permitió crear al interior de la entidad una especie de organización criminal dedicada a defraudar a la administración pública, la fe pública, el patrimonio del Estado, mediante la celebración de contratos direccionados en modo en modalidad exprés con el propósito de apropiarse de recursos públicos en el menor tiempo posible”, señaló la fiscal del caso.
Los informes de investigador de campo permitieron identificar la “existencia y representación legal” de las empresas Luket S.A.S e Impoamericana Roger SAS “cuyo representante legal es el también imputado Luis Eduardo López Rosero”, quien ubicó a familiares, amigos y personas recomendadas para que se presentaran como integrantes de este entramado empresarial.
“Estas empresas eran dirigidas, coordinadas o representadas legalmente por sus familiares o personas cercanas, personas incluso muy jóvenes con un bajo nivel de educación, que fungían como representante legales formalmente pero que en realidad se trataba de simples empleados del señor López Rosero o sus familiares”, señaló.
En el caso de Impoamericana Roger SAS, que tiene registro en Cúcuta (Norte de Santander), aparece como representante Roger Alexander Pastás, “una persona muy joven y aparece allí en pantalla que en realidad como se verá más adelante era un empleado del señor Luis Eduardo López Rosero quien a cambio de un salario mínimo firmaba las órdenes de proveeduría que tenía el señor López Rosero autorizada su firma en todas las cuentas de esta empresa y era quien la controlaba y manejaba. La firma era en múltiples ocasiones era estampada por su esposa”.
Por ser parte activa de este entramado de corrupción que desfalcó a la UNGRD y afectó a millones de personas que no recibieron la ayuda prometida para mitigar las sequías generadas por la ola invernal del segundo semestre de 2023, la Fiscalía General le imputó seis cargos a Pedro Andrés Rodríguez Melo.
En el polémico contrato para la compra de 40 carrotanques la empresa criminal conformada se quedó con 46.800 millones de pesos.
“Usted acordó con Olmedo López y Sneyder Pinilla la consecución de contratistas a quienes se les adjudicarían las órdenes de proveeduría a cambio de coimas en beneficio propio y de terceros”, le señaló la fiscal.
los delitos de concierto para delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación, falsedad en documento público y falsedad de documento privado habrían tenido una participación directa en el entramado de corrupción.
Tras la pregunta de la jueza de control de garantías el exasesor de la UNGRD se declaró inocente.