Susana Gómez, representante del Pacto Histórico, quien es conocida como Susana ‘Boreal’, generó un gran revuelo en el ámbito político y social de Colombia debido a unas polémicas declaraciones sobre la educación de niños y adolescentes.

En una intervención pública, la congresista expresó que forzar a un niño a asistir al colegio podría considerarse “una forma de violencia”. Esta afirmación rápidamente se convirtió en un tema candente de discusión, desatando opiniones encontradas en la sociedad, entre las que se incluyen tanto el apoyo como el rechazo a sus palabras.

La representante, que es parte del movimiento político liderado por el presidente Gustavo Petro, argumentó que la imposición de la asistencia escolar obligatoria podría ser perjudicial para el desarrollo emocional y psicológico de los menores, al ser vista como una coerción que podría contradecir sus deseos o necesidades personales.

Según Gómez, se debería repensar el modelo educativo para ofrecer alternativas que se ajusten mejor a las diversas formas de aprendizaje y a las realidades de cada niño, respetando su autonomía y su bienestar.

El regreso a clases en Colombia se da después de mediados de enero. | Foto: Klaus Vedfelt

“Siento que obligar a un niño a asistir al colegio.… A mí me parece que es una forma de violencia y una forma muy evidente de adoctrinamiento, porque es obligar el tiempo de una persona, que está en un lugar en el que muchas veces no quiere estar”, manifestó la congresista.

Estas declaraciones provocaron una serie de reacciones, especialmente dentro de la comunidad educativa y las autoridades de salud mental del país. En particular, la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP) no tardó en pronunciarse, mostrando su preocupación por las implicaciones que este tipo de posturas podría tener sobre la salud mental de los menores.

“Cuando un niño, niña o adolescente manifiesta resistencia a asistir al colegio, es esencial identificar los factores que puedan estar influyendo, tales como acoso o violencia escolar, exclusión por parte de sus pares, dificultades de aprendizaje, problemas de salud mental u otras circunstancias externas. En caso de ser necesario, se debe buscar ayuda profesional para realizar una evaluación cuidadosa y abordar estas situaciones de manera oportuna y adecuada”, dice la entidad.

La ACP, como organismo profesional, enfatizó que la educación formal es fundamental para el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños, y que la asistencia a la escuela, lejos de ser una forma de violencia, es un derecho que les permite acceder a las herramientas necesarias para su futuro.

Psychiatrist councelling his patient hands during therapy | Foto: Copyright

“Reconocemos que el sistema educativo nacional enfrenta retos significativos y oportunidades de mejora. Sin embargo, es importante resaltar que la escolarización constituye un factor protector esencial para la salud mental y el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes. La escuela no solo garantiza el acceso al aprendizaje formal, sino que también promueve habilidades sociales, bienestar emocional, pensamiento crítico y creatividad. Además, actúa como un espacio seguro que protege frente a riesgos como el trabajo infantil, la violencia y la exclusión social” se lee en el documento.

Y agregó la entidad: “Garantizar el derecho a la educación implica considerar las necesidades individuales de cada estudiante. Obligar a un niño, niña o adolescente a asistir al colegio sin tener en cuenta su salud física o mental puede ser contraproducente y requiere un enfoque flexible y sensible a sus circunstancias”.

Por su parte, la Asociación Colombiana de Psiquiatría hizo un llamado contundente para tomar conciencia sobre esta situación: “Por ello, hacemos un llamado a fortalecer espacios de diálogo intersectorial que permitan mejorar la calidad y accesibilidad del sistema educativo. Este esfuerzo conjunto debe enfocarse en crear un entorno que fomente el aprendizaje, la creatividad y el bienestar de todos los estudiantes”, concluyó.