“Lo que parecía un procedimiento rutinario para las Fuerzas Militares se convirtió en una hostil asonada”, así comienza la denuncia de los soldados que trataban de destruir un laboratorio de cocaína de la Segunda Marquetalia en medio de disparos de guerrilleros y el reproche de la población civil en Tumaco, Nariño.
El centro de producción está avaluado en 2.000 millones de pesos y tenía una capacidad para sacar cuatro toneladas de clorhidrato en un mes, dotado de prensas hidráulicas, compresores, hornos de microondas, electrobombas y antenas. Al parecer, con las ganancias de este negocio se financiaba el crimen en toda la región.
Las autoridades descubrieron este espacio en la vereda La Bodega y emprendieron la ruta para desmantelarlo. En primer lugar, hallaron 34 minas antipersonales que fueron sembradas bajo tierra en las inmediaciones del laboratorio, una peligrosa trampa fraguada por la estructura Iván Ríos, para evitar el acceso de las tropas.
En medio de la aproximación, se inició un combate con los supuestos guerrilleros que estaban custodiando el espacio. Ante la presión de las tropas y al verse superados, no tuvieron más remedio que lanzar por un río todos los elementos que utilizaban para elaborar el alcaloide, pero no fue su única acción.
La institución denunció este sábado, 27 de abril, que los delincuentes habrían instrumentalizado a la población civil para frenar la operación: “Reunieron entre 100 y 200 pobladores para que interrumpieran las labores de las Fuerzas Militares destinadas a la destrucción de este complejo ilegal”.
Estas personas aparecieron con machetes en mano y se cubrieron el rostro para no ser identificadas, mientras cuestionaban violentamente la misión de los uniformados que reunieron 200 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 5.000 galones de insumos líquidos y 200 kilogramos de insumos sólidos para la producción ilícita.
La hipótesis del Ejército Nacional es que la operación criminal estaba a cargo de la Segunda Marquetalia, que cuenta con importante presencia en el sector: “Esta estructura criminal financiaba sus acciones criminales en contra de la población civil y la Fuerza Pública en esta zona del departamento de Nariño”.
En la vereda La Bodega, de Tumaco (Nariño), sigue haciendo presencia la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, con el propósito de rastrear y ubicar más complejos destinados para el procesamiento de droga y así debilitar las estructuras logísticas de las disidencias de las Farc, lideradas por alias Iván Márquez.
SEMANA conoció que la población civil se llevó buena parte del material que hallaron las tropas en el centro de producción y, cuando se fueron, los uniformados solo pudieron derrumbar la estructura.