La comunidad indígena de la vereda San Miguel, en el municipio de Íquira, Huila, sufrió un atentado con explosivos este miércoles que dejó a una persona herida. Según el Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU), esta población viene sufriendo hostigamientos desde este martes 8 de febrero, pero no se conoce el grupo que realiza los ataques.
El atentado con explosivos dejó herido a Evangelista Capaz Silva, un indígena quien fue atendido en el centro médico de Íquira y luego fue trasladado a Neiva por la gravedad de sus lesiones.
“Cae bomba explosiva en el resguardo indígena Huila, vereda San Miguel. Siendo las 12:50 cae una bomba explosivo atentado en contra de la armonía de nuestros territorios”, relató a través de su cuenta de Facebook el Consejo Regional Indígena del Huila.
“Siendo las 12:50 uno de estos explosivos cae en la vereda San Miguel, casa del mayor evangelista capaz, se presenta un herido hijo del anteriormente mencionado quién (sic) es trasladado al centro hospitalario más cercano”, resaltó parte del comunicado.
La comunidad también emitió un comunicado en el que denunció los constantes ataques de los cuales han sido víctimas en los últimos días, pero resaltaron que el de este miércoles fue el más grave.
El consejo también hizo un llamado a directivos del CRIHU, organizaciones de derechos humanos y Defensoría del Pueblo, para que les brinden seguridad ante estos atentados de los actores armados que los están atacando.
Dos indígenas fueron asesinados en El Tambo
Hombres desconocidos asesinaron el 5 de febrero a quemarropa a dos indígenas del resguardo indígena Alto del Rey, que está ubicado en El Tambo, en el norte del Cauca, zona donde grupos armados se disputan el control territorial de la producción y comercialización de la hoja de coca.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Manuel Rosero, de 24 años, y su sobrino, un menor de 17 años de edad que había salido a dar una vuelta con su pariente.
Según las primeras informaciones, los sicarios hicieron bajar de una motocicleta al tío y al sobrino y les ocasionaron varios impactos de arma de fuego a la altura de la cabeza.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) confirmó la noticia. En un comunicado afirmó que “los dos jóvenes, después de jugar un partido de fútbol, salieron rumbo a su vivienda, pero fueron abordados por hombres que les dispararon”.
La misma organización alertó a las instituciones garantes de derechos humanos, además de las defensoras de derechos humanos y organismos internacionales, para que investiguen lo ocurrido y denuncien estos hechos que, sin duda, enlutan a estas dos familias caucanas que forman parte de la comunidad del territorio ancestral del Alto del Rey y el pueblo Kokonuko”, se lee en un comunicado.
Aunque las autoridades no han determinado quién estaría detrás del homicidio, en la región de El Tambo delinque el frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc. No obstante, en el Cauca también operan el ELN y grupos narcotraficantes que todo el tiempo están buscando quedarse con el control territorial de la zona.
Lo preocupante para el cabildo indígena es que junto a los cadáveres que fueron dejados abandonados a orillas de la carretera, los homicidas dejaron un cartel amenazante donde manifiestan que tienen una lista con los nombres de más jóvenes de la localidad, según ellos, causantes de delitos. “Hay una seria dificultad en este momento de riesgo”, dijo Jhoe Sauca, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
Los móviles del doble homicidio no han sido esclarecidos. Lo lamentable es que en lo que va corrido de 2022 ya son 14 las personas de las comunidades indígenas que han muerto como consecuencia de las balas.