El gobierno del presidente Bashar al Assad enfrenta una creciente presión internacional después del ataque con armas químicas perpetrado en el norte de Siria que dejó 86 muertos. Su aliado Rusia dijo que su apoyo no era incondicional, mientras que Estados Unidos lanzó una serie de misiles crucero contra una base aérea controlada por el gobierno.
Semana.com habló con Benjamín Ruiz Loyola, experto en armas de destrucción masiva y el primer inspector mexicano de armas químicas de la ONU en Irak, sobre lo que está pasando en el Medio Oriente. Semana.com.: ¿Qué ocurrió este martes en Siria? Benjamín Ruiz Loyola: Utilizaron un agente neurotóxico, de los que están prohibidos por la Convención para la Prohibición de Armas Químicas. Productos que lamentablemente se siguen utilizando en este conflicto a pesar de que de alguna manera el gobierno de Bashar al-Ásad supuestamente ya entregó todo su arsenal. Sin embargo, lo que estamos viendo es que por alguna extraña razón aún tienen armas químicas lo cual es una violación a lo que se acordó. Semana.com.: ¿Por qué podemos suponer que se trató de un ataque con armas químicas? B. R. L.: Los síntomas que presentó la gente afectada son los típicos de un compuesto neurotóxico. No podemos asegurar cuál de los posibles agentes fue el causante, pero sí tenemos una certeza más allá del 95 % de que fueron agentes tóxicos. Las convulsiones, los espumarajos en la boca, los calambres, la rigidez muscular y la reducción de la pupila hasta ser un punto microscópico son síntomas específicos de los agentes neurotóxicos. Le recomendamos: Repudio mundial por ataque "químico" en Siria Semana.com.: Han pasado tres días y aún no hay certeza de qué pasó en Siria. ¿Por qué es tan difícil confirmarlo? B. R. L.: El problema es que para tener un 100 % de seguridad se requiere hacer análisis químicos que nos permitan asegurar con toda claridad de qué se trata y de qué tipo. Para llevar esto a cabo es necesario que personal calificado de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas entre al país y haga los análisis químicos necesarios para dar un veredicto. El problema es que siendo una región en guerra no hay nadie que se haga responsable de la seguridad de los inspectores de la organización. Sin la debida seguridad no es posible enviarlos porque fácilmente serían presa de cualquier tipo de ataque y nadie sería responsable de su seguridad. Ellos son inspectores, no son héroes o mártires. "Somos rehenes de las estupideces de los políticos y no creo vayamos a nada bueno". Semana.com.: ¿Qué es un ataque químico? ¿Qué lo diferencia de uno biológico? B. R. L.: Un arma química es una sustancia química que es tóxica por sí misma. Puede provocar síntomas inmediatos y en la medida que permanezca la actividad del compuesto empleado podrá seguir actuando. En cambio, cuando hablamos de armas biológicas estamos hablando de microorganismos capaces de provocar enfermedades y que no actúan de inmediato. Semana.com.: Por ejemplo... B. R. L.: Un compuesto químico tóxico cuando entra en contacto con la gente, de inmediato se empiezan a percibir los efectos. En cambio cuando se entra en contacto con un arma biológica lo que ocurre es que el microorganismo entra en el cuerpo y empieza a incubarse hasta que se manifiestan los síntomas de la enfermedad. Pasan algunos días antes de que un ataque con un arma biológica pueda ser diagnosticado. En cambio, en el caso de las armas químicas es inmediato. Semana.com.: ¿Qué tipos de químicos se suelen usar para estos ataques? B. R. L.: En este caso específico (Siria) no podemos hablar de gas mostaza porque la sintomatología no tiene que ver con sus síntomas. Es evidentemente un ataque con un agente neurotóxico. Sin embargo, en este momento no podemos saber si se trató de Sarín o VX. Le puede interesar: Encuentran rastros del agente nervioso VX en la cara del hermanastro del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un Semana.com.: ¿Es posible sobrevivir a un ataque de este tipo? B. R. L.: A mayor concentración mayor intensidad de los efectos. Es difícil hablar de ciertas circunstancias alrededor de esto porque la gente puede llegar a sobrevivir a un ataque con armas químicas pero los sobrevivientes quedan con lesiones permanentes. En el caso de los agente neurotóxicos los efectos permanecen en el sistema nervioso central y se manifiestan desde movimientos involuntarios de ciertos miembros del cuerpo hasta secuelas psicológicas. Sí es posible sobrevivir pero las condiciones no son las ideales. Semana.com.: ¿Cómo funciona una bomba química? B. R. L.: Un arma química se maneja igual que cualquier explosivo común. Es decir, se llena la bomba que se va a dejar caer desde un avión y en lugar de ponerle explosivos se llena con el compuesto químico que queremos dispersar y se hace estallar con unas cantidades precisas para que no se vaya a echar a perder el producto químico que se activa con explosivos de baja potencia. Incluso, se puede llegar a utilizar un avión fumigador, en aerosol, bombas comunes o buses de artillería. Esto, en la medida que se tenga el cuidado suficiente para que el medio de dispersión no afecte la integridad del producto que se está empleando.
Benjamín Ruiz Loyola Foto: UNAM Semana.com.: ¿Cuál es el costo ambiental de este tipo de ataques? ¿La zonas donde se produce deben quedar aisladas? B. R. L.: Los agentes químicos una vez se sueltan se dispersan con el viento y se diluye en el aire. Las consecuencias ambientales son menores en función de la distancia con el lugar de aplicación. Pero también son menores si los comparamos con los efectos causados en la población. En tres o cuatro días ya no hay mucho riesgo dependiendo de qué producto haya sido, aunque sí se requiere la identificación exacta del producto que se utilizó. En un periodo de diez a doce días ya no hay riesgo para nadie. También puede ver: Trump lanza ataque militar contra Siria Semana.com.: ¿Cómo se regula el tema de los agentes químicos en el mundo? ¿Se comercializan con facilidad? B. R. L.: La Convención para la prohibición de las armas químicas que se abrió en 1993 y que entró en vigor en 1997 establece en primera instancia la prohibición de tener este tipo de compuestos. La prohibición no está en una sola dirección sino que está en varios niveles y eso ya va a depender del tipo de producto. Los que sólo se utilizan como armas y que no sirven para otra cosa están prohibidos. Solo se permite que los tengan algunos países que justifican, por ejemplo, temas como equipos de seguridad industrial o de protección personal para garantizar que pueden ser empleados en un evento donde se haga uso de estos agentes químicos. Pero por lo demás están prohibidas. Semana.com.: ¿Qué pasa cuando un país se adhieren a la convención? B. R. L.: El primer compromiso que adquiere es deshacerse de lo que tenga en su territorio. Destruirlo o pedir ayuda para ser destruido. Las industrias que se utilizaban para la instalación de estos productos deben ser destruidas o modificadas para que no puedan utilizarse para sintetizar armas químicas. Semana.com.: Entonces, ¿qué pasó en el caso de Siria? B. R. L.: Se supone que el gobierno de Bashar al-Ásad había cumplido con todo esto pero ahora no podemos afirmar nada porque de repente aparecen armas químicas en su territorio cuando no debería tenerlas Semana.com.: ¿Qué países puede tener estos químicos y cuáles no están adheridos a la convención? B. R. L.: De los países que tienen este tipo de sustancias y que se sabe que lo tiene porque son parte de la convención están en este momento Rusia y Estados unidos. Los países que no son miembros de la convención no se puede saber porque no tienen la responsabilidad de informar. Pero en realidad son muy pocos. Afortunadamente se adhirieron más de 190 países, son cerca de cuatro que no son miembros: Corea del Norte, Egipto, Israel y Sudán el Sur.
Semana.com.: ¿Qué antecedentes existen de uso de armas químicas en el conflicto? B. R. L.: En la guerra de Atenas en la lucha por el Peloponeso. En el mundo moderno el inicio de la guerra química fue en 1915 cuando los alemanes liberaron varias toneladas de cloro contra el ejército aliado en Bélgica. Se ha hecho uso de armas químicas en muchas ocasiones, la más reciente fue cuando Sadam Husein las mandó en la guerra del golfo y en el ataque contra su propia población Halabja en 1988. Semana.com.: Y, ¿qué casos recientes se han presentado? B. R. L.: El uso de este tipo de compuestos en la guerra de Irak. Y el más reciente fue por parte del régimen de Bashar al Ásad en este conflicto que está desde 2011 en Siria. Además del Estado Islámico que también lo ha usado. Como estamos tan lejos de ese escenario no nos hemos querido dar cuenta que es un conflicto sumamente serio y complicado. Requiere de la atención de todos, de los gobiernos y los civiles. Nadie garantiza que en un par de años no nos van a llegar aca problemas de esta naturaleza. Semana.com.: Hay mucha expectativa por la relación entre Estados Unidos y Rusia, ¿cree que con este ataque se pone contra la cuerdas a Trump? B. R. L.: Puede que ponga contra la pared a Trump o a Putin o al mundo entero. ¿La razón?, si se da un enfrentamiento entre Rusia y EE.UU. por cuestiones relacionadas con Siria la vamos a sufrir todos, lamentablemente somos rehenes de las estupideces de los políticos y no creo vayamos a nada bueno. También puede ver: Autopsias revelan que en el ataque en Siria se usó gas sarín: Turquía Semana.com.: ¿Si son frecuentes este tipo de actos por qué llamó tanto a atención el ataque de este martes? B. R. L.: Lo que pasó llama la atención porque las imágenes que hemos visto son atroces. Las imágenes de los niños son desgarradoras, pero se nos olvida que desde hace siete u ocho meses se ha venido usando cloro de una manera indiscriminada en Siria. Es decir, no se han dejado de usar armas químicas en meses, yo diría que desde hace años. En el mundo nos estamos dando cuenta ahorita por efecto de las imágenes que vemos. Lo que es sumamente preocupante es que nos estamos acostumbrando a que si no lo veo no existe, eso es atroz.
Semana.com.: ¿Qué hace falta para quitarnos la miopía? B. R. L.: Más tacto político. El grave problema que enfrentamos en este momento es que nuevamente son los intereses políticos los que están llevando a cabo las acciones, todo el mundo ve por sus propios intereses y no ve la problemática en la que está sumida la población civil. Entonces EE.UU. ve un lado de la moneda junto con sus aliados, Rusia ve otro lado de la moneda con sus aliados. Semana.com.: ¿Cuál es la apuesta de Rusia en esta situación? B. R. L.: Le conviene mantener buenas relaciones con Siria porque proporciona espacio para transporte de su petróleo hacia Europa. Si Asad cerrara los oleoductos que transportan el petróleo ruso, ese país estaría en graves problemas económico y Putin no duraría en iniciar la tercera guerra mundial con tal de seguir manejando sus intereses particulares. También le recomendamos: Trump responsabiliza a Obama de bombardeo químico en Siria Semana.com.: ¿Ha faltado voluntad política? B. R. L.: Tanto Putin como Trump tienen que dejar de lado sus intereses particulares para empezar a pensar en los intereses colectivos de la población que está siendo afectada. Creo firmemente que son un par de estúpidos que no van a ser capaces de renunciar a esto y que van a poner en riesgo a toda la población mundial antes de aceptar que están cometiendo estupideces. Semana.com.: ¿Cree que Rusia pudo haber estado detrás del ataque? B. R. L.: Sería muy estúpido Putin si estuviera detrás de esto, no creo que esté detrás, no creo que lo haya instigado o auspiciado. Pero de lo que sí estoy convencido es que permite y defiende al régimen de Bashar al-Ásad por sus intereses muy particulares. El gobierno ruso puede ser cómplice por omisión.