El exguerrillero de las Farc, Alexander Farfán Suárez, conocido con el alias de Gafas, y quien fue el carcelero de políticos y militares secuestrados por las Farc, se quedó definitivamente por fuera de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Así lo decidió este miércoles la Sección de Apelación que concluyó que el carcelero de las Farc incurrió en una deserción armada manifiesta al Acuerdo de Paz firmado en el 2016.
En agosto pasado, la Sección de Revisión de la JEP excluyó a alias Gafas y dejó sin efecto los beneficios jurídicos que le habían sido concedidos. Así mismo, ordenó enviar nuevamente sus procesos a la justicia ordinaria.
Tras revisar varios documentos oficiales, la Sala determinó que existe evidencia suficiente para concluir que Gafas, quien sea dicho de paso fue designado como gestor de paz por parte del Gobierno de Gustavo Petro, volvió a armarse, incumpliendo así los principios del acuerdo que firmó.
“En consecuencia, constituye un hecho notorio que, con arreglo a lo dispuesto en la Ley 2272 de 2022, antes citada, el señor Farfán Suárez es un integrante de dicho grupo disidente y, por tanto, un desertor manifiesto”, advierte la decisión.
En este sentido se manifiesta que existió un claro incumplimiento por parte del guerrillero, a quien, sea dicho de paso, el Secretariado de las Farc le entregaron la responsabilidad de “custodiar” a un grupo selecto de secuestrados, entre los que se encontraban la excandidata presidencial Ingrid Betancourt; su fórmula vicepresidencial Clara Rojas; los tres contratistas estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves; entre otros militares.
“No le asiste razón al profesional del derecho cuando señala que fue sorprendido con el objeto de la audiencia pues, en el auto mediante el cual se citó, ya se mencionaban las circunstancias que indicaban el alzamiento en armas del interesado, así como la solicitud del Ministerio Público para que se aplicara la figura de la deserción manifiesta”, advierte el fallo.
Igualmente, la Sala le hizo un fuerte llamado de atención al compareciente al considerar que con su actuar le dio la espalada al Acuerdo de Paz, indicando que en su apelación nunca hizo mención alguna al deseo de seguir cumpliendo con las obligaciones acordadas. “Dejó pasar la oportunidad de reafirmar categóricamente sus compromisos con el Sistema Integral de Paz”.
Los procesos contra Gafas, que tiene en su haber un rosario de delitos, pasarán entonces a la justicia ordinaria. Igualmente deberá someterse a las decisiones teniendo en cuenta su papel como gestor de paz por decisión del Gobierno de Gustavo Petro. Designación, que sea dicho de paso, ha sido rechazada vehemente por varias víctimas del secuestro, entre ellas, Ingrid Betancourt que no entiende cómo se le otorgó este premio pese a las atrocidades que hizo.
Cabe recordar que, pese a que Gafas suscribió un acta de sometimiento ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) y participó en algunas diligencias ante ese tribunal, volvió a delinquir y, por eso, actualmente está recluido en la cárcel La Picota, de Bogotá, desde el pasado 28 de diciembre de 2022.