La Procuraduría General suspendió por tres meses al canciller Álvaro Leyva Durán en medio de la investigación que se adelanta por las irregularidades en el contrato para el manejo de los pasaportes. Por estos hechos fue llamado a juicio disciplinario.

En la decisión remitida este miércoles el organismo de control disciplinario sostuvo que el ministro de Relaciones Exteriores se habría extralimitado en el cumplimiento de sus funciones al declarar desierto el proceso de licitación.

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En la decisión tomada por la Sala Disciplinaria de Instrucción se señaló que el canciller habría incurrido en dos faltas disciplinarias, calificadas de manera provisional como gravísimas cometidas a título de dolo, es decir, con conocimiento.

La primera tiene relación con la decisión de declarar desierta la licitación 001 de 2023 sin tener los fundamentos fácticos, jurídicos y técnicos, con lo que pudo transgredir los principios que rigen la contratación estatal.

En segundo lugar, el organismo de control disciplinario llamó a juicio al ministro por supuestamente decretar la urgencia manifiesta durante el desarrollo del trámite contractual sin que, al parecer, existieran causales para adoptar esa determinación.

Para salvaguardar la integridad del expediente, la Sala tomó la decisión de suspenderlo provisionalmente en aras de evitar la posible reiteración de las faltas disciplinarias que se le atribuyen, teniendo en cuenta su rol como ordenador del gasto de la Cancillería y el que funge como director del nuevo proceso contractual que se adelanta para la gestión de pasaportes.

En la indagación preliminar la Procuraduría General escuchó la declaración de la exdirectora de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado Martha Lucía Zamora, y quien fue la primera en advertir los riesgos de suspender el proceso licitatorio.

Igualmente, llamó la atención por una reunión que se habría presentado en un restaurante en París, Francia, entre Jorge Leyva, hijo del canciller, y Juan Carlos Losada Perdomo, director de Asuntos Jurídicos Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, y quien había sido encargado por el mismo canciller de adelantar el segundo proceso licitatorio.

En esta reunión se habría hablado largo y tendido sobre el tema del contrato de pasaportes pese a que Jorge Leyva no tenía nada que ver con el proceso. Al parecer, su papel era como lobista de varias empresas interesadas en el millonario contrato.

En la declaración conocida en exclusiva por SEMANA, Martha Lucía Zamora detalló cómo se enteró de esa reunión y las irregularidades que se presentaron.

“Yo tenía mi celular inundado de mensajes de todo el mundo porque ya había salido lo de la renuncia (…), encontré un mensaje que venía no identificado, en el mensaje venía inserto como un relojito, un relojito en una esquina, entonces yo lo escuché y se abrió el mensaje, decía, doctora Martha Lucía, en la primera o segunda semana de noviembre se reunieron en el Hotel Legrand de París, Jorge Leyva, Juan Carlos Lozada, como unos inversionistas, unos alemanes inversionistas; no sé si inversionistas o contratistas”, contó Zamora en la diligencia.

Y agregó: “Yo dije, esto de qué es, cuando volví a revisarla en nombres y todo eso, yo lo apunté en un papelito y cuando traté de volver a abrir el mensaje, desapareció. Después pregunté y me dijeron que eso se llaman mensajes temporales y que no se les puede tomar foto. No se pueden remitir a nadie y desaparecen. Yo no lo sabía”.

En la decisión emitida este miércoles se archivó la investigación a favor del secretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Antonio Salazar Ramírez.