Un reconocido esmeraldero de Boyacá fue asesinado en el norte de la capital del país. Fuentes de la Policía de Bogotá le confirmaron a SEMANA que el crimen se habría presentado cerca del centro comercial Palatino, en la localidad de Usaquén y, al parecer, fue perpetrado por un francotirador.
Las autoridades también le confirmaron a esta revista que la víctima fue identificada como Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Aguilar o Pedro Pechuga, quien ya había sido víctima de un atentado el pasado mes de octubre en el norte de la ciudad.
Desde la Policía de Bogotá informaron que se “atendió un caso en el norte de la ciudad, donde un ciudadano recibió impacto de arma de fuego y posteriormente fallece producto de las heridas”.
Además, agregaron: “El hombre fue identificado como Juan Aguilar. A esta hora, un componente destacado de inteligencia e investigación criminal adelanta las verificaciones, entrevistas y recolecta elementos probatorios y conducentes para dar con la captura de los responsables de este hecho”.
A mediados de octubre del año pasado, el reconocido esmeraldero y socio de una compañía de vigilancia, ya había sido víctima de un atentado con armas de fuego cuando se encontraba en una reunión en el norte de Bogotá.
En ese momento, el coronel Germán Saavedra informó: “La Policía viene adelantando las investigaciones pertinentes con el fin de esclarecer los hechos de modo, tiempo y lugar de un evento que se presenta al norte de la ciudad, donde en un edificio hay una reunión en la que se escuchan dos detonaciones, al parecer. Nuestro personal llega al lugar, se percata y llega la unidad investigativa para esclarecer los hechos presentados”.
Aguilar sería uno de los socios importantes detrás de la empresa Esmeraldas Santa Rosa, la cual fue fundada por el Zar de las Esmeraldas, Víctor Carranza, quien falleció en 2013, dejando una lluvia de disputas legales sobre los herederos detrás de su fortuna.
Uno de los socios de esa compañía es Jesús Hernando Sánchez Sierra, quien es considerado como el sucesor de Carranza y se convirtió en enemigo del extraditado cabecilla del Clan del Golfo, alias Otoniel. En octubre de 2012, Sánchez también habría sido blanco de un atentado que lo dejó en estado de coma y terminó en una larga recuperación tras 17 operaciones.
Las hipótesis que manejan las autoridades es que estos ataques violentos podrían estar relacionados con una vieja disputa que existiría entre narcos que se hacen pasar por esmeralderos, para lavar dinero a través de la extracción de la piedra. Pero existiría otra versión que los vincula con mafiosos y grandes capos que se colaboraron para la época de los noventa.
En el escenario aparecen hasta el Clan Triana y Pedro Orejas, a quienes las autoridades han considerado como los protagonistas de una pelea para quedarse con el negocio de las minas, pero que terminaron extraditados por sus relaciones con el narcotráfico.
En septiembre de 2022, también se conoció un nuevo capítulo de la guerra verde que se estaría desatando en Colombia, después de que en el exclusivo sector del Parque de la 93, en el norte de Bogotá, fue asesinado Maximiliano Cañón Castellanos, un reconocido líder social y empresario del sector de las esmeraldas en Boyacá.
Recientemente, la Fiscalía también confirmó la imputación de un abogado y un exportador de piedras preciosas del fallecido Víctor Carranza, quien habría recibido 26 mil hectáreas de terrenos baldíos en Puerto Gaitán, Meta, a través de una artimaña que se construyó con 27 personas, entre empleados y conocidos del Zar de las Esmeraldas, para que se hicieran pasar como habitantes de la región con el fin de quedarse con las tierras.