El Ministerio de Relaciones Exteriores reaccionó a lo sucedido sobre el mediodía de este sábado 29 de julio, cuando miembros del Ejército ecuatoriano pasaron la frontera en el Putumayo e invadieron territorio colombiano.
En la acción se presentó además la retención del gobernador del Resguardo kichwa de San Marcelino, ubicado en el municipio de San Miguel, Putumayo, a su esposa y, al parecer, a cuatro miembros más de la guardia indígena.
De acuerdo con el comunicado, “en horas de la mañana del 29 de julio recibió un reporte sobre la presencia de miembros de las Fuerzas Militares del Ecuador en territorio de Colombia, en el resguardo Yarinal de San Marcelino, ubicado en proximidades del municipio de San Miguel, en el departamento de Putumayo. La incursión tuvo lugar en el curso de una operación contra el tráfico de drogas”.
Dicen además que una vez conocida la situación se activaron los canales diplomáticos y militares entre ambos países, a través de los cuales se alcanzó una solución a estos hechos con el repliegue de los militares ecuatorianos a la margen sur del río San Miguel y la liberación de los detenidos en la acción.
“De acuerdo con la información suministrada por las autoridades militares ecuatorianas, en el operativo se habrían incautado 20 kilos de clorhidrato de cocaína. La Cancillería hará el debido seguimiento a este incidente fronterizo a través de los mecanismos de diálogo existentes y los canales diplomáticos adecuados”, dice en el comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La situación de la retención fue confirmada a SEMANA por Beyer Peña Gamba, el alcalde de San Miguel en Putumayo, quien hizo parte del diálogo que logró la liberación de las seis personas.
“No solo invadieron el territorio, tienen al gobernador, a su esposa y a cuatro guardias indígenas”, dijo el alcalde en exclusiva a SEMANA.
Por su parte, la Fundación Nydia Erika Bautista para los Derechos Humanos señaló que se trató de una incursión militar violenta del Ejército ecuatoriano que pone en alto riesgo a los indígenas del Resguardo Indígena San Marcelino, situados en La Dorada, Putumayo.
“Alertamos sobre posibles detenciones arbitrarias y violaciones de derechos humanos y derechos del pueblo kichwa y sus autoridades”, dice un trino de la fundación en la red social Twitter, donde adjuntaron fotos.
Asimismo, pidieron apoyo de la Defensoría del Pueblo y UNP bajo Medidas de Protección Colectiva.
Frente a este hecho, desde la Unidad Nacional de protección revelaron un video del momento en el que la Armada del vecino país conduce al gobernador del resguardo y a su esposa al Ecuador.
Desde la UNP indican “denuncia incursión del Ejército ecuatoriano a resguardo colombiano Beyer Peña Gamba, alcalde de San Miguel, Putumayo, pide presencia de autoridades colombianas en el resguardo Yarinal de San Marcelino en donde efectivos militares detienen y transportan indígenas colombianos”.
Resaltan que esa Unidad “protege con medidas colectivas a esta comunidad bajo la resolución 7595 del 2021. Este resguardo habita en territorio colombiano, pero hay un islote y cada cierto tiempo el Ejército ecuatoriano hace presencia y afecta la libertad y movilidad de la comunidad”.
Precisamente, el pasado 21 de julio, decenas de familias que residen en la frontera entre el departamento del Caquetá y Putumayo quedaron bajo el fuego debido a los constantes enfrentamientos entre grupos armados. La situación es tan preocupante que, presuntamente, algunas zonas se habrían convertido en fosas comunes.
El hecho se registró, durante varios días, en las veredas La Estrella y 4 de Octubre; allí, el grupo denominado Comandos de Frontera y el frente Carolina Ramírez de las disidencias de las Farc, adscrito al Estado Mayor (liderado por alias Iván Mordisco) se estarían enfrentando por el control de los territorios.
De acuerdo con la denuncia hecha por la comunidad, el cruce de disparos, principalmente de ráfagas de fusil, ha cobrado la vida de aproximadamente 15 personas, incluidos menores de edad; sin embargo, la cifra podría ser mucho más alta, teniendo en cuenta que algunos heridos son llevados a zona montañosa y no vuelven a aparecer.