Este viernes tropas del Ejército y uniformados de la Policía adelantaron una operación con la que pretendían ubicar a Pirry, uno de los guerrilleros del ELN más buscados en el sur de Bolívar, un hombre que ha ganado un poderío armamentístico en los últimos meses tras la producción y comercialización de coca en esta región del país.

En medio del operativo, las autoridades capturaron a dos mujeres, una de ellas es Violeta Arango Ramírez, conocida como Violeta o La Rola, la misma mujer señalada de ubicar supuestamente un explosivo en el centro comercial Andino, en el norte de Bogotá, el 17 de junio de 2017 y que dejó como saldo tres personas muertas y diez más heridas.

SEMANA conoció que a las mujeres les encontraron computadores, discos duro y una USB que serán clave en las investigaciones que adelanta la Dirección de Inteligencia de la Policía, la cual fue parte de estas capturas.

Uno de los temas que quedará al descubierto es la relación del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), al que pertenece Violeta, y la guerrilla del ELN, un nexo que durante meses han tratado de desviar varios abogados.

Violeta sostuvo relaciones sentimentales con guerrilleros del ELN, dicen informes de inteligencia.

De hecho, las autoridades ya tienen claros los nexos entre ambos grupos y pretenden establecer, en este caso, qué hacía Arango Ramírez en la zona de influencia de Felipe Alcocer Alvino, Pirry o Gustavo, el hombre poderoso y sanguinario del ELN que la Policía y el Ejército buscan como aguja entre Bolívar y Antioquia.

Violeta ha sido un objetivo de las autoridades. Días después del atentado en el centro comercial Andino, inteligencia militar y policial tuvo clara la supuesta participación de esta joven, pero ella logró eludir a la justicia a pesar de la oferta de 20 millones de pesos por su paradero y el de los demás responsables.

Un mes después del estallido, Arango Ramírez divulgó un comunicado en el que negaba estar relacionada con la bomba puesta al centro comercial. Dijo, por ejemplo, “que han iniciado toda una campaña que daña mi buen nombre, que pone en riesgo mi integridad, viola todos mis derechos y me condena sin siquiera ir a juicio”.

Un grupo de abogados insistió en la misma tesis para defenderla a ella y a los demás implicados, todos pertenecientes al MRP que, para las autoridades, es una especie de vértebra urbana del ELN en algunas ciudades, entre ellas, Bogotá.

Mientras Violeta huía de la justicia, la Policía y el Ejército tenían claro que estaba refugiada en las filas del ELN.

Las autoridades extendieron la búsqueda de Violeta fuera de Colombia.

De hecho, tras la baja de Jacob David Acuña, conocido como Samuel -veterano y sanguinario guerrillero del ELN-, las autoridades hallaron en sus computadores personales fotografías y documentos que confirmaban que Violeta Arango era parte de esa guerrilla.

En imágenes que fueron divulgadas por SEMANA, se veía a la joven mujer cargando un fusil, con camuflado y en medio de elenos. También había en los computadores mensajes cruzados de ella y alias Samuel. En uno de ellos, el entonces jefe eleno pedía protección para la mujer.

El 23 de septiembre de 2017, el propio Samuel envió una comunicación al frente urbano del ELN en la que pedía manejar el caso de Tatiana, el nombre con el que apodaron a Violeta al interior de la guerrilla. “Es un caso superdelicado. Hay que tener prudencia por el bien del ELN, de los compas que la tienen, de ella misma y del proceso revolucionario”, dijo.

En el mismo mensaje, el fallecido Samuel pidió absoluta reserva a sus tropas. Lo hacía porque al interior del ELN no querían que el país conociera la estrecha relación que existe entre el grupo guerrillero y el MRP, un tema que quedó desvirtuado con la información que apareció en ese momento de Violeta y la captura de la mujer este viernes en el sur de Bolívar.

Violeta, del MRP al ELN.

A finales de enero de 2022, Samuel también le respondió a Violeta en uno de los mensajes que en un pleno o reunión del ELN tomaron una decisión: mantener solidaridad con los integrantes del MRP como revolucionarios, apoyarla jurídicamente y oficializar su estadía en las filas elenas. Incluso, pensaron en enviarla a zona limítrofe con Venezuela para darle protección.

De Violeta, la socióloga de 24 años egresada de la Universidad Nacional, hay abundante información de inteligencia.

De hecho, hay testimonios de guerrilleros capturados que confirman que la mujer, además de la supuesta labor formativa que ejerce con los elenos, ha tenido relaciones sentimentales con varios hombres de este grupo armado.

Con la captura de Violeta Arango Ramírez, las autoridades pretenden esclarecer totalmente el estallido en el centro comercial Andino en Bogotá.