En la tarde de este viernes fue trasladado a la cárcel La Picota, de Bogotá, el senador del Centro Democrático, Ciro Ramírez, investigado por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos.
Ciro Ramírez será recluido en el pabellón ERE Sur de la cárcel La Picota mientras se resuelve su situación jurídica.
El congresista fue capturado en la noche del pasado jueves, en el norte de Bogotá, por orden de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia en medio de la investigación por la presunta desviación de millonarios contratos de obras públicas en los Tolima, Quindío y Valle del Cauca, entre noviembre de 2020 y finales de 2022.
Ramírez fue señalado varias veces durante la audiencia que se celebró recientemente en contra de Katherine Rivera Bohórquez, quien hasta agosto de 2023 fue integrante de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del señalado senador por hechos de corrupción.
Fuentes cercanas a la Corte Suprema de Justicia le confirmaron a SEMANA que en contra de Ciro Ramírez existen dos testigos directos que lo señalan con ejercer presiones indebidas para la desviación de contratos.
Por dos de ellos, firmados en el año 2011 entre el Departamento de Prosperidad Social y la empresa Proyecta, con sede en la ciudad de Armenia, para la ejecución de varios proyectos viales. El senador -según señaló un testigo que también ha estado implicado en la red de corrupción conocida como Las Marionetas- aseguró que Ramírez exigió y recibió sobornos para la desviación de contratos.
Por la entrega de estos contratos se habrían entregado mil millones de pesos en sobornos al senador y a un exfuncionario del Departamento de Prosperidad Social.
En la resolución que dictó la medida de aseguramiento se advierte que Ciro Ramírez representa un peligro para la sociedad al haber ejercido, desde su cargo, presiones indebidas para que los potenciales testigos, que ya enfrentaban un proceso penal, no hablaran ante la justicia.
Entre estos casos se destaca el del exgerente de Proyecta, Pablo César Herrera Correa, quien estando en la cárcel La Picota recibió la “inesperada” visita de Ciro Ramírez quien se registró como “su abogado” y no un visitante ocasional.
Herrera Correa, quien ya llegó a un acuerdo con la justicia, manifestó claramente que en ese encuentro, que se realizó extrañamente en una sala privada de la cárcel, se sintió presionado varias veces por Ramírez quien le insistió en que le dijera “qué necesitaba” para su defensa.
Pese a que en su interrogatorio, el senador aseguró que fue una visita humanitaria, la Corte Suprema consideró que se trató de un tipo de presión para que no fuera vinculado al caso.
Por estos hechos de corrupción, en octubre pasado, la Procuraduría General le abrió una investigación preliminar al senador. En la actualidad se adelanta una recolección de pruebas para determinar si se abre o no un proceso disciplinario formal.