Las protestas supuestamente espontáneas de profesores del magisterio de Cauca, que iniciaron hace dos semanas tratando de tomar por la fuerza el Congreso y que se convirtió en un campamento a cielo abierto en la entrada del Capitolio, parecen estar mediadas por dinero. Esa es la grave denuncia que está haciendo el senador Jota Pe Hernández y que conoció SEMANA. En videos se ve cómo se estarían haciendo los supuestos pagos, por lo que el congresista pide a las autoridades que se investigue de inmediato lo que está ocurriendo.
En el video en poder de SEMANA se encuentran comprometedoras imágenes que levantarán ampolla. En las imágenes grabadas de incógnito se ve a una mujer, agachada, que usa un poncho rojo con negro que identifica a los líderes de esta protesta, quien con celular y planilla en mano lleva el registro de otras personas que están en la movilización y hacen fila.
La primera persona en recibir el dinero está vestida de jean, chaqueta negra y tenis blancos. Recibe el dinero, lo guarda y se retira del lugar, mientras todos sus datos son anotados en una planilla que lleva la persona del poncho rojo con negro.
Le sigue una mujer de contextura gruesa, con gorra negra que tiene la imagen del Che Guevara, usa chaqueta azul y camiseta del mismo color, pero un poco más clara. En las imágenes se ve cómo ella entrega un billete, y le dan un pequeño fajo de billetes. Luego, al igual que la anterior, es registrada en una tabla, como quien lleva un minucioso registro.
Eso no es todo, las imágenes similares se repiten en varias ocasiones. Siempre hay una persona con una planilla de registro, que anota los pagos o el dinero que les entrega a las personas que hacen fila, justo en donde están ubicados los cambuches, desde hace dos semanas, en la entrada del Congreso, por la Plaza de Bolívar.
Al respecto, sobre la denuncia, el senador Jota Pe Hernández señaló que “en las últimas semanas he recibido diferentes denuncias que alertan sobre la financiación que están recibiendo miembros de la protesta, así como las diferentes irregularidades en desarrollo de la manifestación. Una vez recibida la evidencia documental, la pongo en conocimiento de la opinión pública y de las autoridades para que investiguen”.
“Pido al Ministerio Público que acompañe la protesta y a la opinión pública que rechace con vehemencia las vías de hecho que atentan contra la institucionalidad”, enfatizó el congresista. Por eso, recordó lo ocurrido en Estados Unidos, donde, el 6 de enero de 2021, manifestantes asaltaron el Capitolio y ese caso hoy representa una gran investigación que incluso compete al expresidente Donald Trump, y el más reciente, ocurrido en Brasil, a pocos días de la posesión del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Como evidencian las imágenes, prácticamente están viviendo en el lugar. Cuelgan su ropa en las vallas de seguridad, instalaron carpas en las que están durmiendo y lo más preocupante es que usan como baño público la entrada del Capitolio Nacional.
El viernes de la semana pasada, nuevamente los profesores protestantes que han hecho de la Plaza de Bolívar su cambuche y se encuentran prácticamente viviendo en las puertas del Congreso, intentaron entrar de nuevo por la fuerza. El argumento, pese a que llevan casi dos semanas de protestas: no llegan las soluciones.
En ese momento, el mismo senador Jota Pe denunció, a través de su cuenta en Twitter, que “los indígenas, que están desde hace días acampando en la Plaza de Bolívar, intentan en estos momentos meterse al Congreso, y se activan protocolos por parte del Esmad para impedir que invadan el edificio nuevo del Congreso. Todo esto ha sido permitido por el presidente Gustavo Petro, que no ha querido poner orden. Con mi equipo de UTL fuimos advertidos de que debíamos cerrar bien las puertas porque los indígenas intentaron invadir el edificio. Afortunadamente, las autoridades impidieron que ingresen”.
Esta denuncia fue acompañada por un video en el que, con los ponchos rojos con negro, que usan los supuestos docentes, se enfrentan de forma violenta con los agentes de Policía que impiden su entrada al Capitolio.
“Alerta roja. Indígenas intentan entrar al Congreso. Esmad y Policía impiden ingreso. Responsabilizo al presidente de lo que nos pueda pasar a los congresistas, equipos UTL y personal de servicio. Usted, señor Petro, ha permitido todo esto”, señalaba la publicación que hizo el senador Jota Pe en sus redes sociales.
Pese a esta contundente denuncia que cuestiona la movilización espontánea, Ricardo Montaña, docente del magisterio y miembro de la Asociación de Instituciones y Trabajadores de Educación del Cauca, hizo una dura denuncia: “Actualmente, la salud de nosotros la maneja Cosmitet, una EPS que ha dejado morir a más de 120 compañeros, pero es la que lleva más de diez años ganándose las licitaciones, por eso queremos que se cambie esa entidad”.
Ahora, qué tan espontáneas resultan estas protestas, que tocaron las puertas del Congreso desde el 7 de febrero, reclamando mejores condiciones, en especial en la prestación del servicio de salud, cuando aparecen estas imágenes según las cuales, supuestamente, la presencia de los protestantes estaría mediada por entregas de dinero.
Las imágenes confirmarían esas sospechas detrás de este tipo de movilizaciones, que vienen desde otras regiones del país hacia Bogotá y que se toman por la fuerza sitios emblemáticos, como en su momento ocurrió con el Parque Nacional de la capital del país. Este estuvo ocupado durante meses por indígenas que se negaban a salir y que lo entregaron en condiciones deplorables, prácticamente irreconocible.
Docentes del Cauca montaron cambuches y se tomaron la entrada del Congreso: las imágenes son insólitas
Un fuerte olor a orines, moscos e incluso roedores es lo que se evidencia al llegar al Congreso de la República por la entrada del Capitolio Nacional, que está ubicada en la Plaza de Bolívar.
Todo empezó el pasado 7 de febrero, cuando el Congreso de la República inició las sesiones extraordinarias y, mientras se instalaban las plenarias, un grupo de docentes del Cauca intentó entrar a la fuerza a las instalaciones del Legislativo.
En ese momento todo fue tensión, en un principio se pensó que eran indígenas que querían tomarse las instalaciones del Congreso, pero después se supo que eran docentes del Cauca que pedían ser escuchados por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, ante unos posibles incumplimientos. Además, pedían la presencia de la vicepresidenta Francia Márquez.
La situación fue controlada, los gestores de paz y la Defensoría del Pueblo impidieron que el asunto pasara a mayores, pero desde ese momento los docentes decidieron quedarse en el lugar.
Los docentes decidieron tomarse la entrada del Capitolio y armar una especie de campamento para exigir que sus reclamos sean escuchados, esa situación se prolongó y ya llevan más de ocho días en el lugar. Como evidencian las imágenes, prácticamente están viviendo allí. Cuelgan su ropa en las vallas de seguridad, instalaron carpas en las que están durmiendo y lo más preocupante es que usan como baño público la entrada del Capitolio Nacional.
El asunto es tan preocupante que funcionarios del Congreso han advertido sobre un fuerte olor a orines y la presencia de moscos en el lugar por la falta de aseo. Incluso se han visto roedores por las sobras de comida que dejan.
Los indígenas y maestros reclaman, entre otros puntos, mayor seguridad en sus territorios y el cumplimiento de varias promesas de la vicepresidenta, Francia Márquez.
En un video divulgado por la representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Karmen Ramírez Boscán, uno de los manifestantes, quien se identifica como José María Trochez, afirma que quienes protestan son “un grupo de docentes del departamento del Cauca que nos encontramos en pie de lucha por el pésimo servicio a la salud” que les prestan en su departamento.
“Estamos aquí en Bogotá exigiéndoles al Ministerio de Salud, a los senadores, muchos de los cuales son propietarios de las EPS y no permiten que se haga el cambio en la salud”, dice el manifestante.
Los presidentes de Senado, Roy Barreras, y de Cámara, David Racero, no se han pronunciado sobre esta situación y sencillamente congresistas y funcionarios deben ingresar por las instalaciones del Edificio Nuevo del Congreso.
Sin embargo, la Policía Nacional que está a cargo de la seguridad del Capitolio Nacional está preocupada porque los docentes e indígenas prácticamente están en las instalaciones del Legislativo.
El asunto es tan preocupante que se han puesto cercas en las vallas de la plaza Núñez, pero se desconoce quién dio esa orden, el asunto es que el Capitolio Nacional parece una cárcel.