En la mañana de este miércoles, tras hacer el conteo de rutina, los agentes del Inpec en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, en Bogotá, se dieron cuenta de que faltaba una reclusa. Tras hacer la verificación, encontraron que Jenny Paola Cifuentes García no se encontraba presente y tampoco había sido trasladada a la enfermería.
Tras esto, se prendieron todas las alarmas para dar con el paradero de la mujer que se habría fugado aprovechando el cambio de guardia en la madrugada. La primera información indica que cumplía una condena de seis años por el delito de hurto agravado.
Fuentes cercanas indicaron que la mujer había sido trasladada a ese centro carcelario el pasado 1 de septiembre para que siguiera cumpliendo con su condena. Las autoridades ya cuentan con la foto de reseña de la reclusa para dar con su paradero.
Este hecho se presenta a menos de 24 horas que el presidente Gustavo Petro designara al coronel Daniel Fernando Gutiérrez como nuevo director del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) en reemplazo del general Tito Yesid Castellanos, cuya gestión estuvo marcada por varios escándalos.
El pasado martes, solamente, se confirmó la fuga de Digno Palomino, alias El Viejo, el temido jefe de la banda delincuencial conocida como Los Costeños, quien se encontraba en detención domiciliaria desde hace pocos días.
El Viejo, quien fue capturado en Venezuela, había recibido este beneficio por parte del juez penal municipal ambulante con función de control de garantías. Cuando las autoridades fueron a realizar el debido control en la vivienda ubicada en el barrio Barlovento, en la ciudad de Barranquilla, no lo encontraron.
Pese a que tenía detención domiciliaria no contaba con brazalete electrónico como lo ordena la ley. La Fiscalía General le imputó a El Viejo los delitos de concierto para delinquir, homicidio, porte ilegal de armas de fuego, fabricación o poete de armas de fuego y estupefacientes, y uso de menores de edad para la comisión de delitos en calidad de autor material.
El jefe de la banda criminal fue señalado de haber reclutado a dos menores de edad para instruirlos en actividades criminales, entre las que se encuentran homicidios (sicariato) y desmembramiento. Estos hechos se habrían presentado en el 2013 y con el reclutamiento se habría buscado que de ser capturados no fueran juzgados como adultos.
Pese a la gravedad de los hechos, el juez le otorgó la detención domiciliaria sosteniendo que el procesado presentaba una enfermedad grave que merecía una atención que solamente podía recibir en su respectiva casa.
Otras fugas
El pasado 29 de julio se presentó la fuga en la cárcel La Picota de Bogotá de Deimer Sánchez Montejo, sindicado por varios graves delitos. El hombre, quien había sido trasladado desde el Valle del Cauca, habría aprovechado su delgadez extrema para salir de una de las celdas que estaba en obra.
En la reseña de Sánchez Montejo se manifiesta que es sindicado por los delitos de concierto para delinquir, homicidio, administración de recursos relacionados con actividades terroristas, utilización ilegal de uniformes e insignias, terrorismo, financiación del terrorismo y de actividades de delincuencia organizada y administración de recursos con actividades terroristas y de delincuencia organizada.
Cuando se realizó el conteo de rutina, los agentes del Inpec se dieron cuenta que no estaba presente. Sánchez, según registra un comunicado de la Fiscalía General, es investigado por la masacre de El Tarra, ocurrida el 30 de julio de 2018, que dejó diez personas asesinadas. Entre entre ellas había cuatro excombatientes y un líder social.
La situación recuerda la fuga del temido narcotraficante Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, quien se fugó después que un capitán del Inpec le dejara una puerta abierta. El narcotraficante salió vestido con un uniforme de un dragoneante.