La brutalidad del asesinato de Dilan Santiago, el niño de dos años víctima de unas manos criminarles en el sur de Bogotá, quedó como evidencia en el dictamen de Medicina Legal. Justamente, este es la prueba que reveló de manera irrefutable que se trató de un asesinato.
La Fiscalía advirtió que la investigación se adelantará como un homicidio. Un grupo de expertos en este tipo de casos se encargará de asumir el proceso, recuperar la evidencia y establecer responsabilidades. Al menor, de acuerdo con Medicina Legal, lo ahogaron. Posteriormente, movieron su cuerpo para afectar la investigación de las autoridades.
Leonor Merchán, directora seccional de fiscalías en Bogotá, aseguró que avanzan con las investigaciones y que el trabajo de los forenses es recuperar la prueba, la evidencia que ayude a determinar las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que se produjo la muerte del niño.
“Estamos realizando una investigación exhaustiva para dar con el esclarecimiento de este hecho. Estamos trabajando articuladamente con policía judicial, Sijín, con el grupo desaparecidos de la Sijín y de homicidios. Además, se destacó un fiscal de homicidios de la seccional de Bogotá y, así mismo, se ha trabajado en conjunto con el instituto de Medicina Legal, con el fin de tener un solo camino de investigación“, señaló la funcionaria.
Las mismas pruebas advierten la participación de más personas en el crimen, en otras palabras, que en el brutal asesinato serían al menos tres los adultos que estarían involucrados, dos de manera directa y otra más como determinadora.
“Es importante aquí resaltar que Medicina Legal en un peritaje preliminar ya dictaminó que la muerte fue violenta, por lo tanto, la Fiscalía General de la Nación y su policía judicial, la investigará como un homicidio, teniendo en cuenta que el mecanismo de muerte, de acuerdo a Medicina Legal, es encefalopatía hipóxica. Estamos revisando todo lo que pudo haber pasado desde el momento en que se reportó la desaparición”, dijo Merchán.
El dictamen de Medicina Legal fue contundente al advertir que la muerte del niño ocurrió por cuenta de una asfixia mecánica. Lo asesinaron de forma violenta en una zona cerca a su vivienda, donde generalmente pasaba los días, mientras su mamá trabajaba en la misma finca.
Tanto la mamá, como el papá, que fueron capturados por violencia intrafamiliar en hechos distintos al asesinato, fueron escuchados en diligencias de declaración para conocer sus versiones de lo ocurrido. En los dos casos, su dicho se remitió a señalar que el papá estaba fuera de Bogotá y que la mamá estaba en un día normal cuando el niño simplemente desapareció.
En los próximos días, las otras personas sospechosas serán llamadas para conocer cuál era la relación con los familiares del niño y cuál pudo ser su participación en lo que ahora se convierte en caso de homicidio.