El Ejército Nacional confirmó la muerte de dos soldados en medio de un fuerte combate que tuvieron con las disidencias de las Farc en el municipio de Garzón, Huila, durante la mañana de este sábado 6 de abril.
Según las primeras investigaciones, la confrontación se dio con los integrantes de la estructura Rodrigo Cadete, del Estado Mayor Central. Ellos también alcanzaron a herir a un uniformado, cuyas condiciones de salud se desconocen.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Cristián Camilo Flórez Soto y Yeiner José Bonivento Epiayú Las Fuerzas Militares lamentaron los hechos: “Rechazamos el asesinato de nuestros soldados, en un ataque por parte de la subestructura del autodenominado EMC”.
Este es el octavo ataque que sufre la Fuerza Pública en menos de 48 horas a manos del grupo armado. Al parecer, la arremetida de las Fuerzas Militares en el suroccidente colombiano levantó ‘ampollas’ en los guerrilleros.
Las emergencias se han reportado en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Todas las miradas están puestas sobre el bloque occidental de las disidencias y su subestructura Jaime Martínez.
El ‘poder’ del Estado Mayor Central
Tal como lo ha denunciado SEMANA, este grupo terrorista aumentó sus capacidades durante los últimos dos años. Prueba de ello es un informe expedido por las autoridades donde se detalla que la estructura tiene injerencia en 116.644 kilómetros cuadrados del territorio nacional; es decir, en el 62 % del país.
Lo primero que hay que conocer es que el cabecilla principal de esta organización es Néstor Gregorio Vera, conocido con el alias de Iván Mordisco. El segundo al mando es Alexander Días, alias Calarcá. Después del acuerdo de paz, ambos han conquistado municipios enteros y los han ordenado a su antojo.
Ellos tienen a 4.000 hombres en armas distribuidos en cinco bloques, lo que les facilita operar en 147 pueblos. Los delitos más denunciados en su contra son masacres, homicidios selectivos, amenazas, secuestros, extorsiones, reclutamiento forzado de menores de edad y atentados terroristas.
La primera unidad es distinguida como “Magdalena Medio Gentil Duarte” donde están enfilados cerca de 700 hombres. Estos tienen despliegue en los departamentos del Cesar, Norte de Santander, Boyacá, Antioquia y Bolívar. Allí controlan a la población civil con ‘manuales de convivencia’, según la Defensoría del Pueblo.
El segundo fragmento se autodenomina como “Jorge Briceño” y cuenta con el respaldo de 250 personas ubicadas en Meta, Cundinamarca, Huila y Caquetá. El común denominador son los cobros extorsivos a los empresarios, ganaderos y grandes compañías de producción, entre otros sectores de la economía.
El tercer mando se presenta como “Martín Villa” y tiene a cerca de 450 ciudadanos armados a su disposición en Arauca, Casanare y Guaviare. Ellos han generado confinamientos, desplazamientos e intimidaciones a la población civil en medio de la batalla que sostienen con la guerrilla del ELN por el control territorial.
La cuarta estructura es el “Bloque Suroriental”, que suma casi a 350 integrantes en las regiones de Guainía, Putumayo y Vichada. Ellos han impuesto paros armados que han retenido a comunidades enteras, más los intentos por infiltrar las filas del Ejército Nacional para conocer los movimientos de los uniformados.
La última, y la más poderosa, es el “Bloque Occidental Jacobo Arenas” que cuenta con 1.600 integrantes en los departamentos de Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Tolima y los límites entre Risaralda y Quindío. De acuerdo con la orden presidencial, el cese al fuego no aplica, principalmente, sobre esta estructura.