El secuestro del pequeño Cristo José en octubre de 2018 conmocionó al país. Como se recordará, el niño fue víctima de secuestradores cuando su papá aún era el alcalde del municipio de El Carmen, en Norte de Santander. El niño estuvo casi siete días en manos de los delincuentes, que se lo llevaron para exigir después una recompensa.
Todo el país se volcó en solidaridad con la familia del niño. La Policía, el Ejército y el mismo presidente Iván Duque hicieron presencia en la casa de los papás de Cristo José, recibiendo los informes acerca de los operativos para lograr su rescate. Hasta se ofreció una recompensa superior a la exigida por los delincuentes.
El niño fue abandonado en un paraje cercano y su papá fue advertido. Él mismo fue directamente al rescate y horas después el niño estaba en su casa y el país descansó. Los delincuentes que lo tenían decidieron dejarlo en la calle en un intento por librarse de la tormenta que se les venía encima, pero no fue suficiente.
Días después fueron capturadas seis personas como presuntos responsables del secuestro extorsivo, todos fueron puestos a disposición de un juez de control de garantías y los enviaron a la cárcel. Tres años después, no han sido condenados, ni absueltos. La familia del pequeño advierte que el caso se está aplazando de manera injustificada.
Los detenidos por este secuestro han pedido la libertad por vencimiento de términos y están por lograrlo, si la justicia no define su responsabilidad en el secuestro. Tres años después de su captura siguen en las audiencias de juicio y de resultados no se conoce nada, al contrario el llamado testigo “estrella” fue asesinado.
La Fiscalía tenía preparada la declaración de un hombre que se acercó al ente acusador con la voluntad de servir de testigo, a cambio de recibir beneficios judiciales en su proceso. Su nombre se mantuvo en reserva hasta que en el juicio fue necesario revelarlo, esa, según las víctimas, fue su sentencia de muerte.
El testigo recibió el beneficio de la detención domiciliaria y estaba bajo protección del Inpec, pero la Fiscalía fue informada de que su cuerpo, en estado de descomposición, fue encontrado en otro municipio al que se supone debía estar en la casa por cárcel. Lo asesinaron en noviembre de 2020, hace un año, y su cuerpo fue registrado como NN.
Se necesitaron varios meses para que Medicina Legal lograra identificarlo e informar a las autoridades que lo esperaban en el juicio contra los presuntos secuestradores de Cristo José. Ahora, mientras las víctimas advierten de impunidad en el caso, la idea se materializa con la noticia del asesinato del testigo.
La Fiscalía trata de fijar como prueba una declaración que el testigo entregó antes de su asesinato, pero el juez aseguró que es necesario escuchar también a las personas que estaban presentes cuando el hombre, ahora asesinado, entregó su versión a las autoridades.
Lo único claro es que tres años después, aún con capturados, la justicia no logra darle una respuesta al país, condenar o absolver a las personas que fueron detenidas inicialmente, además del miedo para las víctimas que deben estar presentes en el juicio contra los señalados responsables del secuestro de Cristo José.