Jonathan Torres fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario en el proceso que se le adelanta por los hechos que rodearon la desaparición de su cuñada, Adriana Pinzón Gutiérrez, cuyo paradero se desconoce desde hace ocho días.
En la audiencia reservada que se adelantó en Zipaquirá, Torres se declaró inocente. Por ahora, las autoridades continúan con la búsqueda de la psicóloga.
Torres fue vinculado formalmente al caso luego de conocerse un video en el que aparecía saliendo del conjunto cerrado en el que vivía su cuñada en el municipio de Chía (Cundinamarca) cargando dos bolsas negras.
Las pruebas indican que él fue la última persona que tuvo contacto con ella puesto que ese día se habían puesto una cita para la venta de un vehículo. En la diligencia judicial que se adelantó en la tarde de este miércoles un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos aseguró que en sus declaraciones el ahora procesado cambió varias veces su versión sobre los hechos.
“El día 11 de junio de esta anualidad cambia su versión y menciona haber estado en el lugar de residencia de la víctima para tratar con Adriana Pinzón un tema de infidelidad con su hermana, mencionando que esta le había regalado unos elementos que sacó del conjunto y que ese día salió del conjunto en compañía de Adriana Pinzón”, manifestó el fiscal durante la imputación de cargos.
Sin embargo, en otras oportunidades Torres ha dado una versión muy diferente sobre los hechos, incluso negando algún tipo de encuentro con su cuñada. El hombre de 42 años de edad es dueño de una veterinaria en la vereda San Jorge de Zipaquirá.
Las autoridades encontraron en uno de los baños, habitación principal la vivienda de Adriana Pinzón Castellanos, rastros de sangre, muestras que son analizadas por los expertos del Instituto de Medicina Legal. Igualmente, se realizó un allanamiento en la vivienda de Torres en el municipio de Zipaquirá.
Así mismo, se intenta verificar si existió alguna manipulación de los elementos que estaban en la residencia de Adriana Pinzón, verificar movimientos bancarios y revisar la declaración de otros testigos con el fin de vincular a otras personas con esta desaparición.
La defensa de Torres manifestó que no es posible, con las pruebas presentadas por la Fiscalía General, establecer que en efecto es la persona que aparece cargando las dos bolsas, reseñando que solamente un perito morfológico autorizado puede decir si es o no la misma persona.
En declaraciones a SEMANA, Sandra Pinzón, hermana de Adriana Pinzón, dijo: “El último contacto que se tuvo con ella, lo tuvo Jonathan, él nos indicó que el martes (7 de junio) sobre las 6:30 de la tarde, en el sector de Tres Esquinas en Chía, se encontró con mi hermana Adriana, que ella le entregó el vehículo para que lo llevara a una compraventa y que mi hermana le indicó que ella se regresaba a Zipaquirá a su casa haciendo uso de un vehículo pedido por una plataforma”.
Agregó: “Jonathan es mi cuñado, es el esposo de mi hermana Pilar, ellos llevan aproximadamente 6 años de relación, la relación con Jonathan siempre ha sido muy cordial; obviamente, tanto tiempo en la familia es como un miembro más, su captura nos ha tomado por sorpresa. Mi hermana Pilar está muy afectada, muy triste con la situación y no sabemos todavía qué vamos a hacer ni qué va a pasar”.
Este miércoles SEMANA conoció con fuentes cercanas al proceso que equipos de policía judicial fueron enviados a la vereda San Jorge de Zipaquirá para realizar la inspección al cadáver de un cuerpo encontrado en la zona por los pobladores.
Equipos de la Policía y la Fiscalía, que están trabajando conjuntamente en el caso, se encuentran recopilando las pruebas e investigando las extrañas circunstancias en las que se presentó la desaparición de la psicóloga, el pasado martes 7 de junio.