Luego de la decisión tomada por Estados Unidos de flexibilizar las restricciones que tenía frente a Cuba, la Casa Blanca acaba de tomar otra trascendental decisión: levantar algunas de las sanciones económicas frente a Venezuela.

Según se conoció, se trataría de un gesto “de buena voluntad” de la administración de Joe Biden, que busca fomentar la reanudación de las negociaciones entre la oposición respaldada por Washington y el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Según un alto funcionario de la Casa Blanca, citado por la agencia AFP, esta decisión obedece a lo conversado entre delegados del Gobierno estadounidense y “la Plataforma Unitaria”, que " vino a pedirnos que hiciéramos eso para poder volver a la mesa de negociaciones”.

La llamada Plataforma Unitaria es la que conforman los partidos de oposición venezolanos que tienen una mesa de negociación con la administración de Maduro.

Cabe recordar que los diálogos que venían sosteniendo el Gobierno venezolano y la oposición, en Ciudad de México, se suspendieron en octubre del año pasado tras la extradición del supuesto testaferro de Maduro, Alex Saab.

Si bien el funcionario de la Casa Blanca señaló que las sanciones que se levantarán serán “limitadas”, se conoció que entre estas estaría el permiso a la petrolera estadounidense Chevron para negociar con la estatal venezolana PDVSA.

En marzo de este año, en medio de estos gestos de buena voluntad, Maduro liberó a dos presos estadounidenses y prometió reanudar las negociaciones con sus opositores.

Cuba

Estados Unidos anunció el lunes la flexibilización de una serie de restricciones a Cuba impuestas bajo la presidencia de Donald Trump, incluidos procedimientos de inmigración, transferencias de dinero y vuelos, informó el Gobierno de Joe Biden.

“Con estas medidas pretendemos apoyar las aspiraciones de libertad y mayores oportunidades económicas de los cubanos para que puedan llevar una vida exitosa en su hogar”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.

El Gobierno de Biden dijo que restablecerá el programa para la reunificación familiar para cubanos CFRP, suspendido desde 2017. Creado en 2007, este programa permite que ciudadanos o residentes estadounidenses puedan pedir que sus familiares en Cuba viajen a Estados Unidos y soliciten una autorización de trabajo allí mientras se procesa su estatus de residente legal.

También prometió aumentar la capacidad de procesamiento de solicitudes de visa en La Habana.

Además, dijo que eliminará el límite actual de remesas familiares de 1.000 dólares por trimestre para la pareja emisor–receptor y que autorizará las remesas de donativos, o sea no familiares, para apoyar “a los empresarios cubanos independientes”.

El Departamento de Estado especificó, sin embargo, que estos flujos financieros no deben “enriquecer” a personas o entidades que violen los derechos humanos.

La administración Biden también aumentará el número de vuelos entre Estados Unidos y la isla, autorizando el servicio a otras ciudades además de La Habana. Y autorizará determinados viajes en grupo actualmente prohibidos.

Sin embargo, aclaró que no se reinstaurarán los viajes individuales.

“La política de la administración (Biden) hacia Cuba sigue centrándose ante todo en el apoyo al pueblo cubano, incluidos sus derechos humanos y su bienestar político y económico”, señaló Price.