El exfiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) Julián Bermeo Casas deberá pasar ocho años en una cárcel por exigir 500.000 dólares con el fin de entorpecer el estudio de la solicitud de extradición presentada en contra del excomandante guerrillero, Seuxis Paucias Hernández Solarte, alias Jesús Santrich. Este viernes, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá fijó el monto de la condena por el delito de cohecho.
En la condena se concluyó que Bermeo Casas se reunió en repetidas oportunidades con un hombre que se presentó como emisario de Santrich. En la conversación se puso de presente que él tenía el poder e influencia para retrasar el estudio de la extradición, pidiendo y devolviendo documentos ante el magistrado que, por reparto, tenía a su cargo el caso.
De esta manera, y sabiendo que este era un actuar totalmente ilegal, el entonces fiscal fijó la entrega de una suma de dinero para adelantar todos estos trámites y beneficiar al excomandante guerrillero, quien había sido capturado por planear el envío de cocaína a Europa. “Su actuar fue goloso”.
Para la Sala, la actuación de Bermeo “dañó inconmensurablemente” la imagen de la JEP, que para el 2019 estaba en proceso de consolidación tras la firma del Acuerdo de Paz, así como de toda la administración de justicia.
“El actuar de Bermeo Casas fue doloso por defraudar las expectativas del conglomerado social que ha depositado su confianza en la administración pública de justicia social (...) como fiscal del Alto Tribunal de Paz, debían estar en el marco de la transición y el conflicto que ha generado consecuencias irreparables para Colombia”, precisa el fallo.
La decisión califica el papel de Bermeo como “reprochable” puesto que antepuso su labor a “intereses mezquinos y corruptos”, como lo es la exigencia de dinero. “La insensibilidad del actual criminal es palmaria, el lenguaje en el que se desarrolla el acto criminal es muy diciente”.
Esto teniendo en cuenta las comunicaciones que sostuvo el entonces fiscal de la JEP con el supuesto emisario de Santrich para “cuadrar” todo. Como si fuera poco, incluso participa en un plan para enviar una droga a Roma (Italia), señalando que allá tenía contactos.
“(...) Es quien le pregunta si puede darle los insumos y coordinar para que reciba los kilos en Nápoles”. En la condensa se advierte que actuó con “absoluto desparpajo” si se tienen en cuenta las palabras que utilizó durante la negociación, la firmeza para pedir la suma de dinero con el fin de interponerse en el estudio de extradición y el desconocimiento de cualquier tipo de ética.
Por esto se impuso una pena ejemplar con el fin que estos hechos no se vuelvan a presentar. “Este asunto adquiere singular importancia en el fin preventivo que cumple la pena en busca de evitar que el condenado vuelva a delinquir, al menos con conductas de la trascendencia explicada y prevenir que otras personas lo hagan de la misma forma”, explicó.
Bermeo deberá cumplir esta condena en centro carcelario. La Sala también le impuso una inhabilidad de ocho años para ejercer cargos públicos, así como 94 salarios mínimos legales para el año 2019.
El exfiscal de la JEP fue absuelto por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de influencias de servidor público por considerar que la Fiscalía General no logró demostrar, en el juicio su participación en estas dos conductas.
El agente encubierto
En la lectura del fallo se rechazó la posición de la defensa de Bermeo, que cuestionó la participación de un agente de la DEA en todo el operativo. Para el magistrado, no es cierto que fuera provocado a delinquir, puesto que el entonces fiscal de la JEP siempre estuvo presto para delinquir.