La renuencia a declarar de Juan Guillermo Monsalve produjo la primera reacción de la Fiscalía. En una carta, firmada por Gabriel Jaimes, funcionario a cargo del caso de Álvaro Uribe, el ente investigador le recuerda al testigo estrella contra el exmandatario que no puede negarse a asistir a la diligencia a la que lo habían convocado.

En su carta, el fiscal Jaimes le recuerda a Monsalve que el ordenamiento jurídico establece que es deber de todos los ciudadanos declarar.

“La importancia de su declaración jurada consiste en que la Fiscalía General de la Nación requiere que usted, como testigo de cargo principal, contribuya con la verdad sobre los hechos investigados; y para ello resulta indispensable, recibirle ampliación de declaración jurada para confrontar tal versión con las labores de verificación adelantadas dentro de la investigación a mi cargo, todo con el fin último de realizar una valoración que me lleve a la convicción necesaria y suficiente para realizar una acusación. Por esta razón, reitero a Usted la invitación a declarar dentro de ese proceso”, le dice Jaimes a Monsalve.

La carta se envía luego de que el jueves Monsalve no asistiera a la cita en el búnker. El ente investigador había requerido a todos los protagonistas de ese voluminoso expediente y por eso, en las últimas semanas, todos han ido a cumplir su cita para esta nueva fase del proceso.

En su misiva, Jaimes dice que le pedirá al Gobierno acompañar el proceso para cuidar su integridad y que pueda cumplir con las citas de la justicia.

“Para posibilitar lo anterior he solicitado al señor Ministro de Justicia la implementación de las máximas medidas de seguridad para usted en su condición de condenado privado de la libertad, y estoy presto a atender cualquier requerimiento que garantice las mejores condiciones para ello”, comentó el fiscal.

Monsalve, que está condenado a más de 40 años de cárcel, fue el único que no asistió ayer y es considerado el testigo clave contra el expresidente Álvaro Uribe. “En ocasiones el poder puede llegar a confundirse con la verdad”, dijo al comenzar la audiencia el abogado Miguel Ángel del Río, quien asumió la defensa de Monsalve.

“Nunca antes se habían alineado tantos poderes en el caso de un individuo como en el caso del testigo Juan Guillermo Monsalve”, agregó del Río. El abogado aseguró que ad portas de que la Fiscalía tome una trascendental decisión sobre el expediente del exmandatario, todos los intereses gravitan sobre este preso.

“Por eso la presión indiscriminada contra él. Presión de todo tipo para que haya una declaración donde la Fiscalía pueda acorralar al testigo para que diga lo que quiere escuchar para justificar la preclusión”, concluyó.

La situación de Monsalve ha tenido un giro en los últimos meses y una cita con la Fiscalía podría dilucidar todas las polémicas en las cuales se ha visto envuelto. En la defensa de Uribe su inasistencia no genera sorpresa, pues ellos consideran que son tantas las contradicciones y mentiras que ha dicho, que se harían evidentes en un interrogatorio.

En la Corte Suprema su declaración también fue polémica, pues a la defensa del expresidente nunca le dieron la posibilidad de contrainterrogarlo. Y porque se conoció que durante la diligencia, Monsalve siempre recibió un trato laxo de parte de los magistrados que lideraron la diligencia. Por ejemplo, cuando Monsalve le relató a la magistrada Sandra Yepes que había sufrido amenazas y que se había comunicado con “don Iván” (el senador Iván Cepeda), quien le ayudó para que no lo trasladaran de cárcel, la jurista le contestó que tenía razón en su preocupación porque “Allá es un infierno”.

La cita en esa oportunidad tuvo lugar el 23 de febrero de 2018 desde la cárcel La Picota y el testigo habló sin ningún problema durante más de tres horas. Cuando esto se hizo publico, el expresidente Uribe enumeró en un trino las críticas que tenía frente a este testimonio.

La situación ante la justicia de este hombre condenado hoy es diferente a la de hace unos años, cuando sí aceptó hablar por horas en contra de Uribe en la Corte Suprema.