El proceso penal contra Óscar Iván Zuluaga y su hijo David avanza rápidamente. La Fiscalía acaba de hacer público que presentó el escrito de acusación en ambos casos “por las diferentes maniobras que habrían desplegado para ocultar los aportes que Odebrecht hizo para cubrir gastos de publicidad durante las elecciones de 2014″.
El ente investigador asegura que cuenta con evidencias que le permiten saber que Óscar Iván Zuluaga “sabía que recibir financiación de fuentes internacionales era ilícito, y presentó ante la autoridad electoral los informes de ingresos y gastos de primera y segunda vuelta sin reportar la contribución económica de Odebrecht”.
Y agrega: “Así obtuvo por concepto de reposición de votos más de 25.291 millones de pesos. Además, el candidato y su gerente de campaña rindieron declaraciones ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), en las que omitieron información sobre los aportes de la multinacional”.
Indica que, “de esta manera, presuntamente, indujeron en error al CNE, que cerró una investigación administrativa que realizaba por financiación extranjera. Según la Fiscalía, se vulneró el artículo 109 de la Constitución Política, el cual prohíbe a los partidos políticos, movimientos y grupos significativos de ciudadanos recibir recursos de personas naturales o jurídicas extranjeras para campañas electorales”.
Por cuenta de esas maniobras, según la Fiscalía, se generó un incremento patrimonial injustificado a favor de la campaña ‘Zuluaga Presidente 2014 – 2018′.
Así las cosas, un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia acusa a Zuluaga Escobar por dos hechos de falsedad en documento privado, tres de fraude procesal y uno de enriquecimiento ilícito de particulares. A su hijo, David Zuluaga Martínez, le atribuye un evento de fraude procesal.
SEMANA reveló en una de sus portadas la prueba reina que existe en el caso del excandidato del uribismo. Se trata de dos audios de 59 y 43 minutos en los cuales Zuluaga prácticamente confiesa todas las irregularidades que lo tienen hoy en jaque ante la justicia.
Las dos conversaciones fueron entregadas a los fiscales por el exdirector del Invías Daniel García Arizabaleta, quien pasó de ser aliado del excandidato a testigo estrella en su contra, gracias a un principio de oportunidad avalado por un juez.
García Arizabaleta grabó a Zuluaga en extensas conversaciones privadas que sostuvieron ambos tras la derrota del uribismo en 2014.
“El padre Arturo es un sacerdote muy especial. Cuando arranca todo esto, fui a donde él. Lo conocimos porque fue quien trajo a Emaús, él formó a las primeras personas de Emaús, a mi señora. Él es un padre que tiene su congregación propia y tiene una casita ahí en la 85 antes de llegar a la paralela. Entonces, su casa es su iglesia, es un sitio de oración y de diálogo especial”, le cuenta Zuluaga a García Arizabaleta, quien solo exclama: “Pero qué bonito”.
El excandidato continúa: “Por eso quería que nos viéramos allá, porque yo quisiera que usted charlara con él”. García acepta la invitación. “Pues yo voy a hablar con él…”. En ese momento, el diálogo se torna más revelador. Zuluaga dice: “Yo fui y le dije ‘padre, dígame una cosa, yo qué debo hacer’. Le conté la verdad de las cosas”. Sorprendido, García le pregunta: “¿Le contó toda la historia?”.
Zuluaga no dudó en decirle que sí. “Le dije: ‘padre, yo lo sabía, esto ocurrió así, yo quiero que me diga qué debo hacer, desde la luz, yo soy un hombre de fe, católico’, y me dijo algo sabio, y por eso quería que usted hablara con él. Me dijo: ‘uno tiene que protegerse a sí mismo ante la maldad de los demás. A usted nada lo obliga a no protegerse y proteger a su familia’. Incluso me lo dijo: ‘eso está en la fe, habla de la restricción mental, usted no tiene por qué inmolarse’“.
Las conversaciones son extensas. En ellas, Zuluaga habla de muchos temas, entre ellos, cómo abordó al expresidente Álvaro Uribe y le mintió. Le dijo que no había nada irregular. También habla del rol que tuvo David y de muchos otros asuntos internos en la campaña.
Tras la acusación, Zuluaga y su hijo deberán ir a juicio a exponer su versión de los hechos. Hasta ahora, no han aceptado una negociación con la Fiscalía.