El Gobierno Petro citó para el próximo lunes 11 de septiembre al comité de crisis que monitorea la complicada situación financiera de Tigo-UNE, uno de los mayores operadores de telecomunicaciones en el país, con 15 millones de usuarios.
Aunque la compañía informó por escrito a SEMANA que “continúa operando normalmente en todas sus líneas de negocio”, las alarmas están encendidas.
El ministro TIC, Mauricio Lizcano, dijo que la “situación es delicada” y señaló que el Gobierno le extendió el plazo a la empresa hasta octubre para presentar una garantía para el uso del espectro. Debido a sus números en rojo, la empresa no logró conseguir dicha garantía en septiembre.
Durante el 2022, las pérdidas de Tigo-UNE ascendieron a 473.000 millones de pesos. Los máximos accionistas de Tigo-UNE son EPM (50%), el Instituto de Deporte y Recreación (0,0001 %) y la multinacional Millicom (49,99%).
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, dijo este miércoles que la empresa podría tener patrimonio negativo en este mes: “En general, cuando una empresa llega a tener un patrimonio negativo, entra en causal de reorganización o liquidación, eso es general para todas las empresas. Han pedido a EPM una capitalización, pero EPM, para poder dar plata a una empresa que lo ha hecho mal, que ha administrado mal, esa empresa que se llama Millicom, debe demostrar que el dinero no se perderá, y hasta el momento no ha podido hacerlo”.
En un pronunciamiento enviado a SEMANA, Tigo-UNE sostuvo que “el contexto macroeconómico, los efectos de la pandemia y la coyuntura del sector están afectando a todos los operadores de telecomunicaciones. La mayoría de las empresas del sector registraron balances negativos en el año 2022 en Colombia. Tigo no es ajena a esta realidad”.
”Como lo hemos hecho saber en repetidas ocasiones, estamos a la espera de que nuestros accionistas analicen y definan una eventual capitalización de la empresa y resuelvan la situación. Asimismo, la administración de Tigo viene adelantando diferentes planes e iniciativas para hacerle frente a esta coyuntura”, señaló la empresa, que, entre directos e indirectos, genera 25.000 empleos en el país.
Quintero ha dicho que teme un posible cese de operaciones de la empresa. “Tigo-UNE brinda un servicio esencial. Solo para destacar, el Metro de Medellín funciona con tecnología de Tigo, y las cámaras de seguridad de Medellín también utilizan tecnología de Tigo. Si llegara a haber algún problema en la prestación de servicios por parte de Tigo, afectaría no solo a Medellín, sino a muchas otras ciudades. Estamos trabajando con el Gobierno nacional y otros actores para garantizar que cualquier situación que ocurra con Tigo no resulte en la suspensión de ningún servicio”, dijo el alcalde.
Tigo-UNE señala que “la visión de negocio de la compañía siempre ha sido de largo plazo. La administración seguirá trabajando para cumplir con las metas planteadas para este 2023 y los próximos años”.