Después de su triunfo en las urnas, el nuevo presidente electo de los colombianos, Gustavo Petro Urrego, pronunció un contundente discurso desde el coliseo Movistar Arena en Bogotá. No obstante, en el mensaje de su triunfo, no solo se dirigió a los colombianos, sino que también decidió hacerlo al pueblo latinoamericano, y americano en general, mostrando que su gobierno tendrá una importante preocupación por la política internacional.
En ese sentido, el discurso de Petro Urrego tuvo un aparte especialmente dirigido a los países pares del continente, advirtiendo que es el momento de entablar escenarios de diálogo “sin exclusiones de ninguna nación”; una clara alusión al reciente espacio de la Cumbre de las Américas, donde los organizadores, Estados Unidos, dejaron por fuera a Nicaragua, Venezuela y Cuba, lo que impulsó a que también decidieran no asistir presidentes de otros países de la región.
Sobre el tema en el que Petro hizo hincapié, manifestándolo como el eje central que debería ocupar la agenda del continente, está el de una de las principales preocupaciones mundiales: el cambio climático.
En ese sentido, Petro Urrego afirmó que “llegó el momento de sentarnos con el gobierno de los Estados Unidos y dialogar sobre el hecho de que (...) allá se emitan gases de efecto invernadero, y aquí nosotros los absorbemos a partir de nuestra selva Amazónica”, dando el espacio para que se ponga sobre la mesa un tema del que ya se ha venido hablando, pero que en la práctica se ha visto minado por una lenta implementación: los llamados bonos verdes.
“Si allá se emite y aquí absorbemos, ¿por qué no dialogamos? ¿Por qué no establecemos otra manera de entendernos?”, cuestionó el nuevo mandatario electo, abriendo la puerta a nuevos escenarios a tener en cuenta en la agenda de las relaciones internacionales de nuestro país.
En ese sentido, Petro planteó un espacio que en la práctica sigue los mismos preceptos de la llamada “corresponsabilidad” (que ha marcado la llamada lucha antidrogas), afirmando que en materia de cambio climático, en la mesa de cooperación entre Estados Unidos y América Latina se debe velar porque se reduzca la emisión de gases de efecto invernadero en el norte, mientras que en Suramérica, se debe abogar por proteger la ‘esponja’, como se refiere a la selva Amazónica, admitiendo que la conciencia frente a su importancia, debe traducir en ayudar a que esta se preserve para que su función global resulte más ‘eficaz’.
Para Petro, es pertinente que los países del continente se puedan reunir en torno al tema climático, advirtiendo que, aunque para algunos ha sido factor de críticas, se pueda poner las acciones en ‘acelerar los pasos de la transición energética’.
El nuevo presidente electo de Colombia aseguró que trabajará para liderar la ‘construcción de una energía descarbonizada’, llamando a la construcción de la que denominó “una economía de la vida " en todo el continente.
En un discurso que marcó los rasgos que caracterizarían sus prioridades en materia de política exterior, dando especial papel al llamado principio del respice simillia, referido a la relación con los países similares, los de la región, Petro elevó un llamado a América Latina a protagonizar un escenario de integración ‘más decidido’.
“Le propongo a Colombia mirarnos como latinoamericanos que es lo que somos; no solo porque tenemos la sangre latina, sino también porque tenemos la afro y la indígena”, dijo Petro, manifestando su deseo de que “América Latina puede construirse alrededor de la agricultura, y las reformas agrarias y la agroindustrialización”.
Petro llamó a sus pares, mandatarios latinoamericanos, con quienes admitió que ya ha tenido la oportunidad de dialogar tras su victoria en las urnas, para que se construya una nueva región económicamente fuerte basada en la “industria de las nuevas tecnologías, producción sobre la base del conocimiento y el reencuentro con la naturaleza”.
Para Petro, es posible la construcción de “una América Latina junta que le pueda gritar a la humanidad que puede cambiar para poder vivir ‘sabroso’”.