La Fiscalía General de la Nación abrió una investigación para tratar de identificar si hubo manos criminales en la grave emergencia que sufrió el avión en el que viajaba el fiscal Francisco Barbosa, este jueves, en la ruta Bogotá-Medellín.

Los investigadores analizan las evidencias en la aeronave y recogen los testimonios de la tripulación y los pasajeros. La vicefiscal general, Marta Mancera, también viajaba en el avión, al igual que la secretaria privada y la directora de Comunicaciones, Paola Tovar.

SEMANA conoció que el avión despegó de la base de Catam, en Bogotá, y después de 10 minutos de vuelo un ruido fuerte se empezó a oír. De inmediato, salió humo blanco. Aunque hubo calma, la angustia fue total. Se trataba de una súbita y grave despresurización del avión.

El fiscal Barbosa le dijo al técnico de vuelo que se regresaran de inmediato, mientras los pilotos atendían la emergencia.

Mientras tanto, la descripción de lo ocurrido, en la aeronave, es aterradora. “Nos mirábamos entre todos. Teníamos la cara muy roja y un dolor en los oídos insoportable”, le dijo el fiscal Barbosa a SEMANA.

Efectivamente, los pilotos iniciaron el descenso hacia la base militar de Palanquero, que estaba a unos 7 minutos.

Ya en tierra, la aeronave debió permanecer con todas las personas a bordo por unos 10 minutos. Los expertos aeronáuticos explicaron que, en un caso de estos, es imposible abrir la puerta del avión de manera inmediata, porque se corre el riesgo de que esta genere un estallido por el aire concentrado adentro.

“Es el peor susto que he tenido en mi vida, gracias a Dios estamos vivos. Eso es lo más importante”, aseguró Barbosa.

En Palanquero, una ambulancia esperó el aterrizaje. Tan pronto se abrieron las puertas y empezaron a descender los pasajeros, el fiscal general, la vicefiscal y los demás ocupantes, al igual que los pilotos, fueron atendidos de manera inmediata.

El fiscal Barbosa fue diagnosticado con un trauma en el tímpano, en su oído izquierdo. Por su parte, la vicefiscal Mancera resultó también con una lesión, pero en el tímpano derecho.

Fiscal Francisco Barbosa | Foto: Suministrada

Lo más inquietante para los investigadores es que la aeronave, hace 20 días, regresó a Colombia luego de un mantenimiento técnico exhaustivo en Estados Unidos.

Por eso, en principio, nadie se explica cómo pudo presentarse una falla tan grave. Ese es el primer indicio para abrir la investigación que está en manos del CTI y que busca identificar si se trató de un plan criminal o si, por el contrario, fue una desafortunada falla técnica que, en todo caso, puso en riesgo la vida del fiscal general, de la vicefiscal, los demás pasajeros y la tripulación.

El avión es un Bombardier Learjet-60, adquirido en la administración de Eduardo Montealegre en la Fiscalía. Fabricado en 2007, es operado por la Fuerza Aérea y su matrícula es FAC1216.