En serios problemas se encuentran los 14 municipios de Risaralda por el fuerte invierno que azota a la región; ya que las lluvias generan estragos en las vías rurales, acueductos, instituciones educativas y viviendas, entre otros.

Los reportes que entrega el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, (IDEAM), no muestran un panorama muy favorable para el departamento; pues se declaró la alerta roja para los municipios de Apía, Balboa, La Celia, Pueblo Rico, Santa Rosa de Cabal y Santuario; debido a la alta probabilidad de que ocurran deslizamientos de tierra. Entre tanto, la alerta naranja se emitió para La Virginia, Mistrató y Pereira.

También se anunció que existe una posibilidad de que ocurran crecientes súbitas en los ríos Cauca y Otún, por lo que se declaró la alerta amarilla en las cuencas y afluentes a su paso por Dosquebradas, Marsella, Pereira, Belén de Umbría, Santa Rosa de Cabal, Balboa y Mistrató.

El gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo Vargas, le pidió a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, (UNGRD), que escuche las solicitudes que le llevan haciendo desde hace muchos días y no espere a que ocurra una tragedia de gran magnitud.

“Nosotros hemos venido insistiéndole a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres que nos ayude porque no somos capaces solos. Necesitamos maquinaria urgentemente para atender estás necesidades, porque la verdad es apremiante y la situación es supremamente crítica. Todo esto nos tiene muy preocupados porque los alcaldes no tienen recursos y la limitación nuestra o la de la ciudad de Pereira es similar” manifestó.

En medio del angustioso llamado el mandatario aclaró que en Risaralda todavía están esperando a que la UNGRD les brinde alguna respuesta, pero que confía en que se haga algo pronto ante las reiteradas peticiones de ayuda; ya que se debe impactar a todos los municipios y a los productores del campo que han perdido sus cosechas por las inundaciones y los fuertes aguaceros.

Igualmente, la coordinadora de Gestión del Riesgo en Risaralda, Diana Carolina Ramírez Laverde, aseguró que es sumamente importante que los consejos locales en cada municipio estén coordinados con la ciudadanía para actuar de forma rápida y eficaz ante cualquier emergencia que pueda llegar a presentarse.

Recordó que la segunda temporada de lluvias de este año hará que las precipitaciones tengan un aumento de entre el 30 y el 50 por ciento; además que al contar con la influencia directa del Fenómeno de La Niña es muy probable que el invierno se extienda hasta los tres primeros meses de 2023.

“La comunidad puede apoyar en muchas acciones que previenen algunas emergencias, como no arrojar basuras a los registros, no ir a los ríos para hacer paseos de olla, realizar una revisión de los techos, especialmente cuando tienen tejas de zinc y sea posible asegurar sus amarras; ya que el evento más frecuente que se presenta en el departamento son los vendavales” indicó.

En estos momentos, la variante La Romelia - El Pollo, que es una vía alterna para desplazarse entre la ciudad de Pereira y el municipio de Dosquebradas, está cubierta de lodo y material de arrastre en varias partes debido a los constantes deslizamientos que se generan por los fuertes aguaceros.

La comunidad también está desesperada y por eso los habitantes de una zona cercana conocida como Combia, decidieron atravesar palos y rocas en la entrada del barrio Luis Alberto Duque.

El reclamo de las personas es para que se hagan presentes en el lugar los delegados de la Gobernación de Risaralda y la Alcaldía de Pereira, porque hay varios derrumbes en la zona que deben ser atendidos de inmediato, antes de que ocurra una tragedia.

También en el departamento del Quindío se declaró por parte del IDEAM la alerta naranja en lo municipios de Armenia, Calarcá y Córdoba; mientras que la roja se emitió para Salento, por lo que se coordina la vigilancia de las áreas de riesgo con los comités locales de emergencia.