Durante la jornada de protesta en la ciudad de Bogotá, en la que al menos 18 uniformados de la Policía y nueve gestores de convivencia de la Alcaldía resultaron heridos, fueron grabadas imágenes que generaron la indignación en el país, en ellas se registraba la forma violenta como eran atacados, incluso linchados, varios policías. Esos mismos registros gráficos dejan ver a una mujer indígena quien aparece lanzando objetos contundentes en contra de los uniformados, algo que parecería normal en las revueltas, de no ser porque en su espalda lleva a un pequeño niño.
La reacción de las autoridades y la indignación de la comunidad derivaron en una investigación para establecer la responsabilidad de la mujer en la posible comisión de delitos relacionados con la utilización de menores en hechos criminales. La investigación fue advertida por la propia Policía.
“Rechazamos contundentemente este tipo de comportamientos y en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional adelanta las investigaciones correspondientes para identificar a esta ciudadana y establecer su posible responsabilidad penal por la conducta de uso de menores de edad para la comisión de delitos. Así mismo, deberá responder por el delito de violencia contra servidor público”, advirtió la institución.
En el llamado que hicieron los ciudadanos, también se impulsó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF como garante de los derechos de los niños que en este caso fueron utilizados para enfrentarse a la Policía. Los menores, de acuerdo a las imágenes, sirvieron como escudo para esa revuelta.
“Teniendo en cuenta el Artículo 20 de la Ley 1098 de 2006, se evidencia una situación de vulneración a los derechos del menor de edad, al exponerlo a una situación de peligro que evidencia la necesidad de intervención por parte de las autoridades competentes, con el fin de iniciar la ruta de restablecimiento de esos derechos vulnerados”, señaló el director de Protección y Servicios Especiales, coronel John Harvey Alzate.
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