John Poulos no se salió con la suya. El juez 10 de conocimiento rechazó tajantemente la solicitud de nulidad del proceso que pidió su defensa por los hechos que rodearon el crimen de la DJ Valentina Trespalacios, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en cercanías a un basurero en la mañana del pasado 22 de enero, en la localidad de Fontibón, occidente de Bogotá.
En la decisión emitida este jueves, el funcionario judicial no le dio la razón a la defensa del ciudadano estadounidense, quien reclamó la vulneración a su debido proceso por problemas en la traducción durante la audiencia de imputación de cargos que se realizó el pasado 27 de enero. “El juez de control de garantías le hace saber a John Nelson Poulos a través de la traductora que al momento que no entienda se lo haga saber, contestando el procesado que ha entendido hasta ese momento”.
Poulos, quien llegó fuertemente custodiado hasta el complejo judicial de Paloquemao, en el centro de Bogotá, alegó que se le vulneraron sus garantías fundamentales. Sin embargo, en el análisis jurídico, el juez manifestó que no se demostró. El juez de conocimiento fue claro en indicar que durante la imputación se hicieron varias pausas para que el procesado se reuniera con su abogado de confianza para entender lo que estaba pasando.
En las audiencias celebradas en enero, el profesional del Derecho que estuvo con Poulos le explicó los delitos que le habían imputado, hecho por el cual no existe una vulneración al debido proceso. “Esto, independientemente de que en Wisconsin no se hable del delito de feminicidio o no se considere como tal en su legislación”.
Con esta decisión, la Fiscalía pasará a presentar formalmente ante la jueza de conocimiento el escrito de acusación en el que se menciona que Poulos fue el autor único y directo de los hechos que rodearon la muerte de la joven de 21 años.
Poulos, quien se encuentra privado de su libertad en la cárcel La Picota, de Bogotá, deberá responder en juicio por los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento de elementos materiales probatorios, también agravado. Las pruebas documentales y testimoniales dan evidencia ―según el fiscal del caso― que el hombre de 37 años, planeó y ejecutó el crimen de la DJ con quien sostenía una relación sentimental desde marzo del 2022.
“Procedió a golpear de manera violenta, con sus propios puños, la corporalidad de la señorita Valentina Trespalacios Hidalgo, luego ejerció presión con sus manos alrededor de su cuello hasta causarle la muerte”, sostiene el organismo en el escrito de acusación de diez páginas.
En el escrito de acusación se indica que el ciudadano estadounidense, entre el 19 y 22 de enero de 2023, convivió en el apartamento que había alquilado por medio de una aplicación en el norte de la capital de la República. Durante estos días, como revelan las historias de Instagram publicadas por la joven, estuvieron en diferentes eventos en Bogotá.
Pese a que, a su llegada al país, Poulos le aseguró que quería quedarse definitivamente a vivir en Colombia y comenzar una nueva etapa en la relación, lo cierto es que ―y como arrojaron las pruebas― el estadounidense solamente alquiló por cuatro días el apartamento 802 del edificio Kapodocia, en la calle 101 con 21.
En la madrugada del 22 de enero, según revelan las pruebas técnicas, la golpeó de manera violenta en repetidas oportunidades y, acto seguido, procedió a estrangularla. Posteriormente, y asangre fría, empacó su cuerpo en una maleta de viaje, metiéndola a la fuerza y dejando su cabeza por fuera.
Tras ocultar todo con una sábana, la sacó del apartamento, subió la maleta a un carrito de supermercado y entró al ascensor para posteriormente dirigirse al estacionamiento donde se encontraba un vehículo que también había arrendado y con el cual se movilizó en su estadía en Bogotá.
Pocas horas después, arrojó la maleta en un basurero. Luego, eliminó varias conversaciones que estaban en WhatsApp para posteriormente botar el celular en un parque cercano. “En su proceso de huida de Colombia, se dirigió al aeropuerto El Dorado con la finalidad de abordar un vuelo con destino a la ciudad de Panamá”.
Un crimen sin justa causa
En el escrito de acusación de diez páginas, la Fiscalía General sostiene que ―teniendo en cuenta las declaraciones de familiares y amigos de Valentina, así como las pruebas periciales― John Poulos era un celopata y controlador. “Le inspeccionaba y vigilaba las redes sociales a Valentina Trespalacios Hidalgo con la finalidad de conocer quiénes eran sus seguidores y amigos, luego le hacía reclamos por su comportamiento o el de sus amistades, hacía ella”.
Varios testigos coincidieron en afirmar que el estadounidense la acusaba directamente de ser infiel, para lo que incluso llegó a contratar a un investigador privado para que le realizara seguimientos en un evento de DJ que se realizó en Bogotá.
Este acto, para la Fiscalía General, “afectaba la integridad moral y psicológica de la víctima en razón a que le hacía ver como un objeto de su propiedad por el hecho de apoyarla económicamente mediante remesas o giros dinerarios, pretendiendo limitarle su vida social y laboral”.
El ente investigador destacó además el hecho que Poulos se aprovechó de su peso y estatura para “dominar y reducir” a la joven, quien era de “corta estatura y contextura frágil, y así poder agredirla físicamente y estrangularla, la víctima no pudo defenderse dada la inferioridad o desventaja física”. En esto recae una de las situaciones más graves de su actuar.
“El señor John Nelson Poulos, actuó con dolo directo de primer grado porque pese a ser ciudadano extranjero sabía que le estaba causando golpes y lesiones físicas a la integridad de Valentina Trespalacios Hidalgo, sabía que ella era mujer, su compañera sentimental y sabía que, al ejercer presión sobre su cuello, en atención a su corporalidad podía asfixiarla y causarle la muerte”.
Para el ente investigador, el crimen fue “sin causa alguna”, solamente motivado por sus celos. Igualmente, con el fin de evitar la acción de la justicia colombiana planeó un escape que tenía como destino final Montenegro, un país europeo con el que Colombia no tiene ningún tipo de tratado de extradición. “El acusado tenía, al momento de ocurrencia del hecho, capacidad para comprender lo ilícito de sus actos y autodeterminarse de acuerdo con esa comprensión de actuar conforme a Derecho, pero resolvió comportarse de manera contraria”.
De ser hallado culpable, Poulos se expone a una condena de 50 años de prisión. SEMANA pudo establecer que el hombre estaría buscando aceptar cargos mediante un preacuerdo, sin embargo, su defensa insiste en que se cambie el delito a un homicidio simple, propuesta que ha sido rechazada por la Fiscalía General.