La balacera ocurrida este miércoles en la mañana en el parque de la 93 no se trató de un atraco, sino de un ataque de sicarios en moto contra un empresario. Así se lo confirmaron fuentes de la Policía a SEMANA. El hecho se suma a los numerosos actos de violencia que ha vivido la capital del país en los últimos meses y vuelve a aterrar a los bogotanos.
El frente de seguridad ‘Amigos Parque de la 93′ señaló que el ataque se produjo hacia las 7:30 de la mañana frente al restaurante Bagatelle, en el ala occidental del parque. La reacción de los escoltas desató la balacera en esa exclusiva zona del norte de Bogotá y generó pánico en los establecimientos comerciales del sector.
El empresario víctima del ataque es Hernán Roberto Franco Charry, hermano del exdirector de la Dian Óscar Franco Charry, quien estuvo al frente de esa entidad durante el gobierno de Álvaro Uribe, y renunció al cargo en el 2009.
Roberto Franco Charry fue trasladado de urgencia a la Clínica del Country, donde finalmente murió. El empresario residía a muy pocas cuadras del parque de la 93.
El coronel Juan Carlos Arévalo Rodríguez, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, informó que la víctima llegó a su lugar de trabajo en un edificio contiguo al parque.
“El ciudadano es abordado por una persona que se movilizaba en una moto y se origina un ataque directo con arma de fuego, y emprende la huida. Frente a un establecimiento público se encontraba un cuerpo de seguridad privado que reacciona a los disparos”, dijo el oficial. Uno de los sicarios fue herido, mientras el otro logró huir.
“Se están realizando las líneas de investigación correspondientes”, dijo. El oficial señaló que la víctima iba a revelar hoy los resultados de una auditoría a una empresa privada.
“(Franco) fue abordado cuando descendía de su vehículo en el interior del parqueadero. Fue un ataque directo con arma de fuego. Momentos después, el sicario huye a pie, atravesando el parque, y el piloto de la moto es abordado por un cuerpo de seguridad privada. Se reacciona”, agregó el coronel Arévalo a SEMANA.
Las personas que estaban en los locales aledaños vivieron momentos de pánico. A través de redes sociales, testigos compartieron fotos y videos en los que se ve cómo tuvieron que tirarse al suelo para no exponerse a las balas.
Al parecer, los sicarios llegaron a bordo de una motocicleta blanca, la cual quedó abandonada en el sitio. Posteriormente, transeúntes y domiciliarios se acercaron para tumbarla y golpearla.
Bogotá con miedo
La balacera en al Parque de la 93 no es un hecho aislado. En su última edición de portada, SEMANA mostró cómo este año ha sido imposible frenar la escalada de atracos en Bogotá.
En solo seis semanas, los delincuentes han robado con armas de fuego o traumáticas en por lo menos diez establecimientos comerciales. En la capital hay miedo. Los testimonios de las víctimas son aterradores y los dueños y administradores de los negocios se sienten desprotegidos. Aquí reina la impunidad. Solo hay investigaciones en curso y, hasta ahora, ni una sola captura. Es necesario que Galán y su equipo pongan en marcha un plan de choque contundente que permita enfrentar esta ola de inseguridad. No puede ser que algo tan cotidiano como ir a un restaurante se haya convertido en una actividad de alto riesgo.
Salir a comer en familia o en pareja o compartir unas cervezas con amigos se volvió una ‘operación peligro’ en la ciudad. El concejal Daniel Briceño, del Centro Democrático, señaló: “La administración ha sido demasiado tibia en la forma como ha asumido el problema. Entendemos que tienen unas dificultades heredadas y unas limitaciones operacionales que no se arreglan de la noche a la mañana. Sin embargo, los mensajes y las primeras acciones no han sido contundentes. La Alcaldía volvió a fijar la estrategia y la comunicación en la subida o bajada de las cifras, dejando de lado los graves hechos que generan un golpe duro en la percepción de inseguridad”.
Según Briceño, la Alcaldía Galán cometió un error “al no haberle hecho un corte de cuentas claro a Claudia López, lo que genera la sensación de continuidad y silencio. Esto es demasiado grave, pues el anterior gobierno fue desastroso en materia de seguridad”.
Cristina Calderón, concejal del Nuevo Liberalismo, partido del alcalde Galán, afirmó que “la política de seguridad de la administración pasada fue nula. No crearon una política integral de seguridad y por eso está pasando lo que está pasando. Pero hay que actuar y la administración debe empezar por mejorar la tecnología, los tiempos de respuesta y prevenir todos estos robos”.
Carolina Arbeláez, representante a la Cámara por Cambio Radical, sostuvo: “Es realmente preocupante que ya las personas ni siquiera puedan salir a comer tranquila y dignamente en Bogotá. La ciudad tiene un desafío enorme en seguridad. Esta administración tiene una estrategia de ‘Bogotá camina segura en 100 días’, pero ha pasado casi la mitad del tiempo y no se ha logrado mejorar la problemática ni la percepción de seguridad”.
De acuerdo con la congresista, urge que la Alcaldía empiece a usar más tecnología para atacar la inseguridad. “Se habló de que iban a entregar unas cámaras LPR de inteligencia artificial para hacer reconocimiento facial, pero hasta el momento no las han entregado. Hice una denuncia de que la exalcaldesa supuestamente había dejado 9.000 cámaras instaladas, pero es totalmente falso, porque Claudia López no dejó una sola nueva cámara instalada. Por el contrario, hay 1.400 dañadas que no sirven”, enfatizó Arbeláez.
Patrullas gourmet
De acuerdo con el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Daniel Gualdrón, este año se han presentado diez casos de robo armado a establecimientos comerciales. El oficial explicó cuál es el modus operandi: “Los delincuentes hacen el perfilamiento en moto, dan dos o tres vueltas y, si no ven policías, entran a los locales y se llevan lo que alcancen a robar en dos o tres minutos”.
El general Gualdrón le dijo a SEMANA que hay varias hipótesis de quiénes están detrás de esos hurtos. “Tenemos una delincuencia común que se está organizando en dos o tres grupos, vamos a tener unos avances en las investigaciones próximamente. Hay que dejar claro que esos grupos no tienen nada que ver con las estructuras criminales relacionadas con la extorsión. Son delincuentes que se están dedicando al hurto de esos establecimientos y están obteniendo ganancias por los teléfonos celulares, relojes de marca, cadenas o bolsos”.
Las autoridades ya tendrían identificados los grupos delincuenciales que están generando zozobra. En todo caso, a pesar de que los últimos hechos han sido mediáticos, el general Gualdrón enfatizó que esta modalidad de robo “no es nueva”.
“Históricamente, los establecimientos han sido afectados, por eso hemos fijado unas estrategias de cuadrantes lineales y un plan candado, pero también unas patrullas gourmet dedicadas a aquellos locales que, de alguna u otra forma, han sido perfilados por los delincuentes como de alto nivel para robar en cualquier momento”, dijo el general Gualdrón.
En total, son 40 patrullas gourmet focalizadas en cinco localidades y 17 microterritorios. “Les hemos cambiado los horarios a 23 horas del día para que estén permanentemente en el lugar”, señaló Gualdrón. Sin embargo, la comunidad advierte que es una medida insuficiente frente al alcance de los delincuentes.
El secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, señaló que los robos “han servido para poder ajustar los dispositivos y las dinámicas de lucha contra el crimen y también para identificar unas falencias que tiene la ciudad, que superan la capacidad de la fuerza pública y en las cuales hay que generar complementos entre el sector privado y la Alcaldía”.
“Sin embargo, si tomamos el universo total de establecimientos frente al número de negocios que han sido víctimas de los delincuentes, no resulta ser una epidemia, como parece ser. Eso sí, y que quede muy claro, no estamos disminuyendo la gravedad de los hechos, porque son graves y estamos trabajando en ellos”, precisó Restrepo.