“Que no ordenó, ni podría hacerlo, ninguna práctica de polígrafo. Por ser funciones ajenas al cargo que ocupaba”. De esta forma, la defensa de Laura Sarabia se presentó ante la Fiscalía General este martes para radicar más pruebas en la investigación que se adelanta en contra de la recién posesionada directora del Departamento de Prosperidad Social por la prueba de polígrafo a la que fue sometida en enero de este año Marelbys Meza, quien laboraba como niñera de su hijo y quien fue denunciada por la pérdida de una maleta con dinero.
En un escueto comunicado, la defensa de Sarabia advirtió que desde el 29 de enero pasado denunciaron el hurto de la maleta con dinero y documentos reservados que se encontraban en la vivienda de la entonces jefa del Gabinete en el norte de Bogotá, y en la cual vivía junto a su esposo y su hijo menor de edad.
Igualmente, advirtió que tres meses después puso en conocimiento una supuesta campaña de desprestigio que se estaría presentando en su contra, por lo que le pidió a la Fiscalía General adelantar la investigación. “Desde el 26 de mayo solicitamos protección a la Fiscalía frente a la campaña de desinformación organizada en contra de Laura Sarabia, sin recibir respuesta al día de hoy”.
Por esta situación, tocaron las puertas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que tomara cartas en el asunto y vigile la investigación que se adelanta por el polígrafo al que fue sometida Marelbys Meza en el edificio Galán, ubicado en inmediaciones de la Casa de Nariño.
“El 28 de agosto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenó hacer seguimiento oficial al caso en respuesta a nuestra petición”, precisó el abogado Jorge Mario Gómez Restrepo quien fue el encargado de leer el comunicado.
Igualmente, y como lo había anticipado SEMANA, la defensa de Sarabia pidió que se llame a declarar “como testigo de excepción” al fiscal general, Francisco Barbosa Delgado, por una llamada que sostuvo con la entonces jefe de gabinete.
“Que el propio fiscal general de la nación, Dr. Francisco Barbosa, es testigo de excepción de que Laura Sarabia nunca ha querido, ni ha aceptado privilegios en razón del cargo que ocupaba. Motivo suficiente para que la defensa lo llame formalmente a rendir declaración”, aclaró el jurista.
En menos de 40 segundos, la defensa de Sarabia sentó su teoría sobre la investigación que pasará ―por el cargo de Sarabia como directora del Departamento de Prosperidad Social― a conocimiento de un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
Con el interrogatorio, Laura Sarabia quedaría vinculada de manera formal al proceso que tiene a otros funcionarios, incluso de la seguridad presidencial, atados a una investigación penal por un presunto abuso de autoridad. Hace pocos días SEMANA reveló las sesiones de polígrafo al que fue sometida la niñera en uno de los sótanos de la Casa de Nariño.
En las insistentes preguntas siempre se hizo mención al dinero extraviado en la maleta y nunca se puso de presente la pérdida de documentos que contuvieran información sobre seguridad nacional. Esto se suma al hecho de que en la denuncia presentada el 18 de enero por Andrés Fernando Parra, esposo de Laura Sarabia, nunca se hizo mención alguna a estos documentos.
“Con relación a la pérdida del dinero del maletín de la doctora Laura Sarabia, va a contestar este examen...”. Ella respondió “sí”, mientras continuó conectada al polígrafo y mirando al piso.
El cuestionario era lento. “Antes de sus 50 años, ¿dijo usted mentiras para quedar bien?”, le preguntaron, a lo que Marelbys dijo: “No”.
“¿Robó dinero usted del maletín de la doctora?”, la interrogaron. “No”, contestó ella de forma inmediata.
“¿En su adolescencia se apoderó de algo que no le pertenecía y no lo devolvió?”, Marelbys dijo “no”.
Entre pregunta y pregunta había un silencio que, paradójicamente, era estresante. Se nota que Marelbys estaba tensa. “¿Robó dinero usted del maletín de la doctora?”, le insistieron. Marelbys volvió a decir “no”.
“Antes de 2022, ¿fue deshonesta con quien confió en usted”, le preguntaron. Ella contestó que “no”.
“¿Cree en mí cuando le digo que no le haré preguntas diferentes a las repasadas?”. “Sí”, respondió.