La Superintendencia de Salud ordenó este martes 8 de marzo la liquidación de la EPS Medimás, luego de identificar que esta no garantizaba a sus afiliados el acceso a los servicios de salud y ponía en riesgo la atención.

La sede principal de la EPS en Bogotá fue además sellada por la entidad de vigilancia. Con esta decisión Medimás deja de operar en 232 municipios de 14 departamentos del país, donde contaba con 1,5 millones de afiliados.

De acuerdo con el Superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, esta fue una EPS a la que “se le dieron todas las oportunidades, pero nunca corrigió. No cumplió con el negocio planteado”.

Según Aristizábal, la responsabilidad de esta decisión recae en las personas que “convirtieron a Medimás en una EPS comprando a los usuarios de Cafesalud”.

La Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos ya había dado a conocer, por medio de un comunicado, que Medimás se encontraba entre las más de 20 empresas promotoras de salud que podrían ser liquidadas en este 2022.

La medida de liquidación se ordenó en vista de que no atendió las numerosas órdenes dadas por la SuperSalud para que corrigiera el pago de las obligaciones con su red de prestadores, frenara el deterioro de los indicadores financieros y de solvencia, y redujera la creciente tasa de peticiones, quejas, reclamos y denuncias por parte de los usuarios.

“Con esta EPS agotamos todas las medidas tendientes a lograr la protección del sistema de salud, pero no podíamos permitir que sus incumplimientos siguieran repercutiendo en el deterioro de las condiciones de salud de sus 1.5 millones de afiliados”, añadió el Superintendente.

Como consecuencia de la orden de liquidación emitida por la entidad, el Ministerio de Salud procederá a realizar desde el próximo 14 de marzo el traslado de los usuarios de Medimás a EPS receptoras que no cuentan con ninguna medida administrativa.

Según la resolución 864-6 de este 8 de marzo, Medimás incurrió en siete causales de liquidación por la desviación de los estándares esenciales que les son exigidos a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) para que hagan un adecuado aseguramiento en salud.

Una de esas causales es el incumplimiento reiterado de al menos 13 órdenes e instrucciones dadas por la Supersalud a lo largo de la medida de vigilancia especial. Una de ellas es el incumplimiento de la EPS del programa de capitalización que quedó pactado desde su creación, en julio de 2017, como parte del Plan de Reorganización Institucional.

En esa época los dueños originales de Medimás se comprometieron a capitalizar a la EPS en 1,2 billones de pesos; no obstante, en estos cuatro años y medio solamente se tiene registro de la inyección de recursos en efectivo por $20.941 millones de pesos, es decir el 1.7 % del precio pactado inicialmente.

“Probablemente muchos recursos se van a perder, y esta es la vez número 13 que se lo digo al país (...) Detrás de los recursos recuerden que hay algo, lo más importante del sistema: los usuarios. Detrás de esa pérdida que hay está la vida y la salud de muchos colombianos, que al no tener una atención con oportunidad y con calidad van deteriorando su vida”, puntualizó el Superintendente.

“Tuvimos la expectativa de que iban a capitalizar, siempre tuvimos la expectativa de que los recursos frescos iban a llegar, pero nunca llegaron y por eso estamos tomando la decisión”, añadió.

La resolución que ordena la liquidación establece que “la EPS persiste en la violación de la ley y las normas que rigen el aseguramiento y la prestación de servicios de salud” y advierte que una situación permanente es la vulneración de los derechos de sus afiliados.

Para medir la atención a sus pacientes, la Supersalud tomó una muestra de 92 casos de usuarios con enfermedades crónicas y catastróficas (cáncer) quienes presentaron quejas por el mal servicio de la EPS, por las demoras en la entrega de medicamentos y por retraso en la autorización de citas y de procedimientos.

Según el Superintendente Aristizábal, la responsabilidad de esta decisión recae en las personas que “convirtieron a Medimás en una EPS comprando a los usuarios de Cafesalud”.

Al 35 % de la población con patologías cardiovasculares, diabetes, VIH y cáncer se les demoraron un promedio de 27 día para entregar los medicamentos esenciales y se hallaron casos en que tardaron hasta 41 días en el suministro de antirretrovirales, a partir de la radicación de la PQRD.

Entre 2017 y 2021 la Supersalud impuso cinco medidas cautelares a Medimás a fin de que diera pronta respuesta a más de 11.500 casos de usuarios en riesgo que requerían gestión urgente.

A la fecha, la Superintendencia Nacional de Salud ha proferido multas por más de 14.000 millones de pesos contra esta EPS, siendo las más multada durante la actual gestión del Superintendente Aristizábal Ángel.