Los ñoños, como son conocidos en el mundo de la política a los exsenadores cordobeses Bernardo Miguel Elías y Musa Besaile, principales protagonistas del escándalo de Odebrecht, en el que fueron parte de la red de corrupción que recibió dinero de la multinacional brasilera de la construcción de forma ilegal y con destino a la campaña del expresidente Juan Manuel Santos, regresan a la cárcel, esta vez por el delito de tráfico de influencias en el Fonade, entidad que ese gobierno puso a su disposición.
Por el escándalo de Odebrecht ya confesaron, fueron condenados y hasta recibieron beneficios jurídicos por su colaboración con la justicia. Pero, justamente, durante el Gobierno de Santos, los ñoños eran de los congresistas consentidos o enmermelados con la burocracia gubernamental, como lo han reconocido, a cambio del apoyo en el congreso y de votos para la reelección, pues los ñoños eran los dueños y señores de las elecciones en Córdoba.
Por eso, durante el Gobierno Santos, les fue entregado el ya desaparecido Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), donde llegaron a trabajar los recomendados de los ñoños, lo que ahora les significó esta nueva captura por el delito de tráfico de influencias.
“Los hechos ocurrieron entre el último semestre de 2016 y el segundo de 2017, cuando los exsenadores utilizaron de manera indebida la influencia derivada de sus cargos, y la ascendencia política sobre su cuota burocrática en Fonade para favorecer a su amigo, Richard Kamal Nader Ordosgoistia, para que se le adjudicara un contrato de interventoría en esa entidad”, informaron desde la Corte Suprema de Justicia, sobre el motivo de la captura.
Pero no son hechos nuevos, el pasado 17 de julio, la Sala de Casación confirmó la Sentencia del 8 de febrero de 2024, mediante la cual la Sala Especial de Primera Instancia condenó a Musa Besaile por tráfico de influencias, a las penas de 32 meses y 24 días de prisión, y a Bernardo Miguel Elías por el mismo delito, al que se le sumó interés indebido en la celebración de contratos en calidad de interviniente, y le fue impuesta la pena de 39 meses prisión.
El caso
Según la Fiscalía, la llamada Torre Negra, en el centro de Bogotá, se convirtió en un foco de corrupción en el que resultaron implicados varios funcionarios públicos y ahora condenados los excongresistas. Desde el edificio de Fonade se firmaron millonarios contratos que terminaron en un lío mayúsculo para los encargados de la entidad y quienes resultaron beneficiados.
En esta investigación, los excongresistas decidieron aceptar su responsabilidad para conocer de manera pronta una condena en su contra y así no solo definir responsabilidades, sino ir en el camino tachando los procesos que seguían en curso por las presuntas irregularidades.
“También se exterioriza el interés indebido, específicamente el contrato mencionado, al ingresar a las instalaciones de Fonade de forma posterior y exclusivamente en la reunión sostenida entre Jorge Iván Henao, exasesor de la gerencia de Fonade, y el senador Armando Benedetti. Ingresos que ocurrieron antes y durante la adjudicación del contrato. También manifiesta su interés indebido al ingresar simultáneamente a Fonade con Elsy Mireya Pinzón, la asesora o funcionaria de la UTL del senador ya mencionado”, aseguró la fiscal del caso.