El ministro de la Defensa, Iván Velásquez, reveló que se está haciendo la revisión de la doctrina de la Policía. “La Policía Nacional, con acompañamiento del Ministerio de Defensa, está adelantando la revisión de la doctrina policial para garantizar el cumplimiento de los principios y estándares de protección a los Derechos Humanos, dando origen a la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden Público, la cual ha adoptado el Manual para la Atención de la Manifestación Pública y Pacífica. En esa resolución se establece que el diálogo es y será siempre la primera respuesta a la protesta y que el uso de la fuerza será el último recurso”, señaló el ministro.
El funcionario fue más allá en sus detalles, al indicar que lo expuesto por la Comisión de la Verdad en su informe final es “fundamental para el proceso que está dando origen a la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden Público, UNDMO, que hace parte de la Transformación de la Policía”.
Agregó además que “el informe reitera el llamado a implementar un enfoque de Seguridad Humana en sus políticas, por eso, este un eje fundamental de nuestra nueva Política de Seguridad, Defensa y Convivencia Ciudadana”.
Al conocer la revisión que hará el Ministerio de Defensa de la doctrina de la Policía, en especial el Esmad, hoy llamada Unidad de Diálogo, el excomandante de la Policía de Bogotá, el general en retiro Eliécer Camacho, dijo que así como se van a tener en cuenta las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad, también se debe tener en cuenta a los empresarios, comerciantes y comunidad en general que se vieron afectados por las actuaciones criminales de quienes se apartaron de la protesta social pacífica y cometieron actos contrarios a la ley.
“Llegar solamente a tener en cuenta estos informes como el de la Comisión de la Verdad, las relatorías que hizo el Distrito, los informes de la ONG Temblores o los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, es un grave error teniendo en cuenta que han sido informes sesgados e inclinados a desdibujar la verdad de lo que sucedido en esos momentos, sin documentar crearon una narrativa de odio hacía la Policía Nacional”, señaló Camacho.
“Un odio visceral a las Fuerzas Militares y de Policía”
Es de recordar que el pasado mes de marzo, el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Militares, el almirante José Amézquita, en un evento de la Comisión de la Verdad al que asistió horas antes el Ministro de la Defensa, Iván Velásquez, arremetió contra las instituciones que, él consideró, tienen un “odio visceral a las Fuerzas Militares y de Policía”.
“Me preocupa profundamente cuando desde algunas instituciones que tienen que ver con la construcción de la memoria de este país, tienen una posición absolutamente dogmática y radical que pareciera provenir de un odio visceral a las Fuerzas Militares y la Policía Nacional”, dijo en medio del conversatorio sobre las oportunidades y perspectivas para la Fuerza Pública desde las recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad.
Y es que las declaraciones del oficial no pueden pasar de agache, como se dice popularmente, porque horas antes el ministro de Defensa había hecho la apertura del evento y en su intervención le había hecho un llamado a la Fuerza Pública para que atendiera las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad.
“Hago un llamado a todos los hombres y las mujeres que integran las Fuerzas Militares, a que estudien el informe ‘Hay Futuro Si Hay Verdad’, a que se acepten los errores que se cometieron por parte de algunos integrantes de Fuerza Pública, pero que vean en este informe una oportunidad para mostrar la unidad de las Fuerzas, dar un parte de confianza ante el país”, señaló en ese momento el ministro Velásquez.
Algunas de las recomendaciones del informe fueron: superar el paradigma de la guerra y el enemigo; atender las realidades territoriales y de las poblaciones con enfoque étnico, etario, de género y de derechos de las mujeres; garantizar el direccionamiento civil de los temas de seguridad y defensa, tolerancia cero con violaciones de los derechos humanos e infracciones al DIH, y el estricto cumplimiento de los principios y estándares internacionales sobre el uso de la fuerza, según las circunstancias.
Otra de las recomendaciones es disminuir el tamaño de la fuerza pública. “Revisar el tamaño y el presupuesto destinado a cada fuerza integrante de las Fuerzas Militares y a la Policía para que sean adecuadas a las necesidades institucionales y operacionales que se establezcan al adaptarse a la nueva visión de seguridad. Esto implica una reducción gradual de las Fuerzas Militares y un aumento del personal de la Policía Nacional”, señala el informe de la Comisión de la Verdad.