Como si se tratara de una anécdota más de su vida, de su paso por las Autodefensas Unidas de Colombia, Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, reconoció ser el hombre al mando, el que dio las órdenes del entonces Bloque Central Bolívar. Varias de esas órdenes incluyeron asesinar personas, como si se tratara de zancudos, por simple molestia, porque incomodaban a sus intereses criminales.
Una víctima fue Luis Carlos Olarte Gaviria, exconcejal del municipio de Segovia y vicepresidente del sindicato Sintramienergetica, en Antioquia. Olarte Gaviria era un reconocido líder que por años se opuso, protestó por la extracción ilegal de minerales en la región, eso le costó la vida y los responsables fueron los paramilitares.
“Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos recaudó pruebas suficientes para demostrar la responsabilidad del exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, en el homicidio del líder sindical Luis Carlos Olarte Gaviria, ocurrido el 3 de octubre de 2003, en Segovia (Antioquia)”, explicó la Fiscalía tras obtener una condena por este crimen.
Las denuncias del exconcejal y líder sindical no solo fueron escuchados por quienes lo seguían y aplaudían su gestión en procura de defender los recursos naturales, también los paramilitares estuvieron muy atentos a cada uno de sus pronunciamientos y eso lo convirtió en enemigo nato de los grupos criminales en el departamento de Antioquia.
El 3 de octubre de 2003, hombres armados al mando de alias Macaco, lo acribillaron silenciando así una voz de protesta y defensa por el medio ambiente. 21 años después de ese crimen, la Fiscalía logra una condena en contra de quien habría dado las órdenes para asesinarlo, justamente el exjefe paramilitar, Carlos Mario Jiménez.
“La víctima fue atacada con armas de fuego por integrantes del extinto Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia, por las continuas denuncias que realizaba en contra de la extracción ilegal de minerales en la región, en su condición de exconcejal y vicepresidente del sindicato Sintramienergetica”, señaló el ente acusador.
Alias Macaco aceptó su responsabilidad como cabecilla criminal del bloque central Bolívar de las autodefensas, los mismos que cumplieron su cometido asesino. Después de esa aceptación de cargos, la Fiscalía pidió una condena en su contra y un juez especializado en Bogotá lo sentenció a 23 años de cárcel.
“En ese sentido, una juez especializada de Bogotá lo condenó a 23 años, un mes y seis días de prisión por los delitos de homicidio en persona protegida, actos de terrorismo y concierto para delinquir agravado. Además, deberá pagar una multa equivalente a 3.600 salarios mínimos e indemnizar a los familiares de la víctima en 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes por concepto de perjuicios y daños morales”, dijo la Fiscalía.
Como se trató de una aceptación de cargos y todo el proceso marchó bajo la llamada ley 600, no se interpusieron recursos para refutar la decisión, alias Macaco tendrá que cumplir su pena privado de la libertad.