Un juez especializado en Yopal, en el departamento de Casanare, logró una condena de 17 años de cárcel contra alias Chaco, señalado de participar en el ataque terrorista que dejó muertos a 22 cadetes de la Escuela de Policía General Santander en Bogotá.
Se trata de Wilson Arévalo Hernández, alias Chaco, sobre quien un juez consideró que es responsable de los delitos de rebelión, y financiación del terrorismo y de grupos de delincuencia organizada y administración de recursos relacionados con actividades terroristas y de la delincuencia organizada.
“Luego de valorar las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación, un juez penal especializado de Yopal (Casanare) condenó a Wilson Arévalo Hernández, alias Chaco, a 17 años y 3 meses de prisión y al pago de una multa equivalente a 4.900 salarios mínimos mensuales legales vigentes”, señaló la Fiscalía.
Durante el juicio oral, un fiscal de la Dirección Especializada, contras las Organizaciones Criminales, demostró que alias Chaco perteneció al Frente Domingo Laín Sáenz de ELN, frecuentó los campamentos en zona de frontera con Venezuela, llevó víveres y otros elementos, ocultó dineros ilícitos y obtuvo nuevos recursos para sostener las distintas estructuras ilegales en Arauca y Casanare.
“El fallo reafirmó que alias Chaco es responsable de los delitos de rebelión, y financiación del terrorismo y de grupos de delincuencia organizada y administración de recursos relacionados con actividades terroristas y de la delincuencia organizada; además, precisó que deberá cumplir la pena en establecimiento carcelario”, explicó el ente acusador al conocer la condena.
Fue, justamente, alias Chaco, quien constituyó la empresa de lácteos identificada como Villa Esperanza, que sirvió para darle apariencia de legalidad a los dineros producto del cobro de extorsiones y secuestros en el oriente del país. Además usó las ganancias de la venta de quesos y distintos productos lácteos para cubrir económicamente varios actos terroristas, como el atentado a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.
“Asimismo, quedó en evidencia que este hombre transportó en los vehículos de su industria láctea a cabecillas del ELN, armas, explosivos, equipos de comunicación y material de intendencia”, señaló el director especializado contra las Organizaciones Criminales, Carlos Roberto Izquierdo.
La investigación y los análisis contables, además de otras actividades de verificación permitieron establecer que la empresa Villa Esperanza, fue creada con un capital de apenas tres millones de pesos y un único empleado, Wilson Arévalo Hernández, el mismo alias Chaco, ahora condenado.
“De igual manera, permitieron conocer que, entre 2012 y 2017, recibió 337 consignaciones por 4.530 millones de pesos y dejó de declarar ante el Estado una cifra superior a 5.000 millones de pesos que correspondería a ingresos por actuaciones ilícitas”, explicó el ente acusador.
La condena es primera instancia y el sentenciado, es decir, alias Chaco, tiene la posibilidad de apelar el fallo para que en segunda instancia el Tribunal de Yopal, confirme o tumbe los 17 años de cárcel que tiene que pasar en una cárcel.