Tras cumplir con la imputación de cargos en contra de Carolina Galván por la desaparición de Sara Sofía, la Fiscalía solicitó a un juez de garantías una medida de aseguramiento, que la enviaran a una cárcel, por tercera vez. Galván se encuentra en la ciudad de Ibagué donde recibe asistencia legal de una fundación que advirtió a la judicatura, asumiría su defensa. El juez avaló los argumentos de la Fiscalía y ordenó que la mamá de Sara Sofía debe permanecer en una cárcel mientras avanza el proceso en su contra, también ordenó su captura inmediata.

La fiscal del caso leyó las declaraciones que están en el proceso, entre ellas de algunos niños, hijos del otro capturado, Nilson Díaz, y que conocieron a Sara Sofía. Los menores aseguraron a la Fiscalía que la niña estaba en su casa y que Carolina la golpeaba, incluso que en una ocasión la sacaron en un costal y no la vieron más.

“Las declaraciones de todos estos menores donde refieren que Carolina y el papá sacaron a la niña de la casa en un costal, que no había dicho la verdad antes porque no querían perder a su papá, pero pues ya que lo perdió, claramente dice este niño que su papá y Carolina sacaron a la niña en un costal y que nunca más la volvieron a ver”, dijo la fiscal del caso.

En la exposición de la Fiscalía también se incluyeron otras declaraciones de personas, conocidos, vecinos de los imputados y donde advierten las tantas versiones que entregaron Carolina y Nilson, no solo a la Policía sino a los investigadores de la Fiscalía. Se trata de versiones que transitaban por la supuesta venta de la niña y la muerte de la misma.

“Que empieza a entregar versiones con respecto de la niña, inicialmente dice haber vendido la niña, haberla regalado, después dice que la niña se le murió ahogada con unas cobijas y que la meten en un cajón de mango y la tira a un caño”, señalaron los testigos.

Para la Fiscalía es claro que Carolina Galván es un peligro para el normal desarrollo del proceso y los testigos, de ahí que la medida de aseguramiento se hace urgente y necesaria, pues la mamá de Sara Sofía no solo ha mentido en sus declaraciones sino que ha mantenido una dinámica de ocultar información al punto que la niña sigue desaparecida.

“Considera esta delegada que existe un riesgo de no comparecencia a partir de la falta de arraigo de la señora Carolina Galván, es muy claro que desde el inicio de estas diligencias cuando se le dio el uso de la palabra frente a su ubicación, su arraigo, su número telefónico, nunca aportó datos, dijo que no tenía teléfono, que podemos observar como no tenemos dónde localizar a la señora Carolina Galván”, dijo la fiscal.

La Fiscalía también advirtió que la misma procesada se acercó a una comisaría de familia para denunciar que fue víctima de amenazas de parte de su excompañero sentimental, Nilson Díaz, con el objetivo de cambiar su versión ante la Fiscalía sobre lo que pasó con la pequeña Sara Sofía.

En una declaración que fue rendida por un funcionario de la Comisaría se explicó de qué manera llegó Carolina a advertir su denuncia. Dijo ese funcionario que ella le informó que estuvo detenida en la cárcel del Buen Pastor, acababa de recobrar la libertad y que no tenía dónde quedarse, por eso llegó a la Comisaría, no solo a denunciar las amenazas, sino buscar una solución a su situación.

Así las cosas tanto Carolina, como Nilson repiten una medida de aseguramiento por el mismo caso, la desaparición de Sara Sofía, ninguno aceptó cargos y regresaron a la cárcel que desde marzo se convirtió en su lugar de ubicación, hasta que hace una semana, cuando una juez declaró nula la primera imputación de cargos de la Fiscalía.