Nuevamente, como si se tratara de un derecho adquirido por quienes se oponen a la ley, un grupo de ciudadanos tomó la decisión de secuestrar a soldados que hacen presencia en los municipios de Calamar, en el departamento de Guaviare, y La Macarena, en el Meta. Fueron al menos 30 los soldados que terminaron secuestrados por la comunidad, sólo por oponerse a los operativos de la Fuerza Pública.

Sin embargo, de acuerdo con fuentes de la Fuerza Pública, los uniformados lograron escaparse, liberarse del cautiverio y evitar el cerco del grupo de habitantes que los mantuvo privados de la libertad como represalia por los constantes operativos en la zona.

Los uniformados que fueron secuestrados hacen parte de la Fuerza de Despliegue Rápido, que se encontraba en la zona brindando seguridad a la población, la misma que se atribuyó la potestad de privar de la libertad a los militares sólo por estar en desacuerdo con lo que exige la ley, que para el caso eran los operativos de protección del medio ambiente en el parque Chiribiquete.

Fuentes de las fuerzas militares advirtieron que los habitantes se enfrentaron a los soldados y los secuestraron en el mismo sitio donde, en las últimas horas, la Policía adelantó un operativo en la unidad de carabineros, lo que permitió la destrucción de varios puntos y vías que atravesaban de manera ilegal una zona protegida del parque Chiribiquete.

“Un grupo de más de 30 soldados del Ejército pertenecientes a la Fuerza de Despliegue Rápido, fueron secuestrados por algunos habitantes de una zona limítrofe entre los municipios de Calamar, Guaviare, y La Macarena, Meta”, señalaron fuentes de las fuerzas militares.

A la zona habría llegado el alcalde del municipio de La Macarena para tratar de hablar con los líderes de la misma, quienes se lanzaron contra los militares y los mantenían secuestrados por haber hecho su trabajo.

Se trata del segundo secuestro masivo de militares en menos de una semana. Anteriormente, también en el departamento de Guaviare, un grupo de la llamada guardia campesina privó de la libertad a 60 militares que se encontraban en la zona y así los mantuvieron por varios días, incluso después de las advertencias del Gobierno.

“La continuidad del secuestro de los soldados en San José del Guaviare obligará a replantear el cese al fuego con el bloque Jorge Suárez Briceño. La prórroga por tres meses, vigente hasta el 15 de octubre, se debe suspender si no existe real compromiso de parte de ese grupo ilegal”, señaló el ministro de Defensa, Iván Velásquez.

Iván Velásquez, ministro de Defensa y soldados secuestrados. | Foto: SEMANA

Durante ese secuestro, Diomedes, de la llamada guardia campesina, responsables del secuestro de los militares, dijo que la liberación de los uniformados estaba condicionada al retiro de la Fuerza Pública de la región, bajo el supuesto de que sentían desconfianza de la presencia de los uniformados, aunque otras voces en el departamento dicen todo lo contrario.

“Si ustedes dicen que el Ejército se quede ahí, mañana amanecen cercados otra vez; si sigue habiendo atropellos, mañana van a ver a otros soldados cercados”, dijo Diomedes, quien indicó que perteneció a la guerrilla de las Farc durante 18 años y se desmovilizó con el proceso de paz de La Habana, Cuba.

En este nuevo caso de secuestro, la Fiscalía también va informada y se ordenó que un grupo de investigadores adelante todos los actos urgentes, que incluye declaraciones de los comandantes de los soldados que fueron secuestrados y que lograron escapar; de esta manera, se espera iniciar un proceso formal contra los responsables de privar de la libertad a los uniformados.