Las autoridades de Pereira se encuentran preocupadas por la oleada de fleteos que se presentan en la ciudad, pues según las cifras, el aumento es preocupante, ya que en lo corrido del año van seis casos.

El hecho más reciente se presentó en el barrio Los Cámbulos, del municipio industrial de Risaralda, ahí un menor de 14 años resultó herido en uno de sus brazos cuando intentó evitar que los delincuentes le robaran 50 millones de pesos a su padre, los cuales acababa de retirar del banco por un préstamo que había realizado.

Delincuentes le robaron $28 millones a un ciudadano y minutos después la Policía los recuperó. | Foto: Cortesía Policía Nacional

Se conoció que los presuntos ladrones lograron ingresar hasta la casa de la víctima y en medio de un supuesto forcejeo, el adolescente recibió un disparo en el hombro izquierdo.

También hay que recordar que en Dosquebradas, el pasado 2 de agosto, un militar perdió la vida cuando intentó evitar que le robaran una importante suma de dinero.

Ante esta situación de inseguridad, el alcalde de Dosquebradas, Diego Ramos, aseguró que se están implementando acciones en pro de la seguridad ciudadana.

“Dosquebradas no puede seguir siendo territorio apto para el accionar de los delincuentes, por eso hago un llamado a las autoridades policiales a realizar todas las acciones pertinentes para esclarecer este hecho repudiado por toda la comunidad y, además, a evitar que otros delitos similares vuelvan a ocurrir en este territorio donde los ciudadanos tienen derecho a movilizarse con plena tranquilidad”, dijo el mandatario.

Asimismo, destacó que a la fecha se tiene un saldo de seis casos de fleteo en el área metropolitana de Pereira, situación que señaló el mandatario de Dosquebradas, debe ser combatida con más pie de fuerza, y en el caso del municipio, con equipos como cámaras de seguridad que se pondrán en funcionamiento en lo que resta de este año.

“La prevención del delito debe ser el objetivo principal y para ello, de nuevo, he solicitado aumento en el pie de fuerza para todas las comunas y reforzamiento de la Policía Judicial y el Ejército también los fines de semana y con la capacidad para desmantelar las bandas locales que lleguen desde otra parte del país”.

Los hurtos se convirtieron en el pan de cada día en Bogotá. En 2022, en promedio, los delincuentes atracaron a 15 personas y hurtaron siete celulares cada hora. Abruma la inseguridad.

Desmantelada una organización experta en el robo de vehículos en el Eje Cafetero y Valle del Cauca

El seguimiento llevado a cabo durante varios meses a una estructura delincuencial en el marco de la operación Apolo, les permitió a las autoridades en Risaralda poner tras las rejas a sus cinco presuntos integrantes; quienes serían unos auténticos expertos en el hurto de vehículos.

Desde la Alcaldía de Pereira y la Policía Metropolitana se entregaron algunos detalles sobre la manera en la cual fue desarticulado este grupo criminal, que tenía como zona de injerencia varios municipios del norte del Valle del Cauca y el Eje Cafetero.

Estas personas utilizaban controles mágicos o maestros, con los cuales escaneaban los sistemas de seguridad de los automóviles. Posteriormente, los desbloqueaban para ponerlos en marcha y así huir rápidamente del lugar.

Terrorista o ladrón de autos apuntando con un arma al conductor - dueño del auto | Foto: SEMANA

Según se pudo conocer, esta estructura ejecutaba sus acciones en Pereira, Armenia, Cali, Dosquebradas y Cartago; donde lograron robar una importante cantidad de carros, especialmente durante las horas de la noche y la madrugada.

Los sujetos que fueron detenidos, al parecer, tenían claramente establecidas sus funciones dentro de la organización; ya que se desempeñaban como coordinadores, transportistas, haladores o receptadores.

Su modus operandi era bastante sofisticado y rápido, puesto que en pocos minutos lograban llevar un vehículo fuera de la ciudad o municipio donde era hurtado, por lo que, en el momento en que sus propietarios se daban cuenta del hurto, ya era demasiado tarde.

A estos automotores inicialmente les hacían modificaciones y procedían a regrabar sus números de identificación. Además, les cambiaban las placas por las de otros carros similares para después llevar a cabo la venta en el suroeste del país; específicamente en los departamentos de Cauca, Huila y Valle del Cauca.