Sentido de fallo condenatorio contra Ángel Rolando Colina Lugo, alias Ángelo, por su responsabilidad directa en el crimen de la periodista de la ONU Cindy Natalia Castillo Preciado, registrado en la madrugada del 24 de diciembre de 2021, en el sector de Galerías, en Bogotá, en medio de un intento de hurto.
El juzgado 15 de conocimiento de Bogotá determinó que existen pruebas suficientes para inferir la participación directa de Ángelo, oriundo de Venezuela. Entre estas, se encuentran los registros de las cámaras de seguridad del sector y las declaraciones de varios testigos, entre los que se destacan los amigos de la joven periodista, trabajadores de los bares de la zona y vendedores ambulantes.
Con esto se avaló la hipótesis de la Fiscalía, que señaló que cuando salía en compañía de un grupo de amigos de un restaurante ubicado en el barrio San Luis, en el sector de Galerías, la joven fue abordada por dos hombres que la amenazaron con un arma traumática modificada para exigirle la entrega de sus pertenencias.
En ese momento, Natalia se resistió al robo, aferrándose a su bolso para que no se lo arrebataran. Uno de los ladrones la empujó y la arrastró por el piso. Posteriormente, le disparó. Mientras los asaltantes escapaban en un vehículo que los esperaba, los amigos de la periodista, quien trabajaba como asesora de comunicaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la trasladaban a la Clínica Palermo. Sin embargo, debido a la gravedad de las heridas, la joven falleció pocas horas después.
El 14 de febrero, tras 49 días de labores investigativas, la Fiscalía General reportó, junto a la Policía Metropolitana de Bogotá, la captura de los dos presuntos ladrones. La detención se hizo en el barrio Santa Fe, en pleno centro de Bogotá. En los procedimientos se incautaron varios celulares robados, computadores portátiles, una tableta y dinero en efectivo.
Las pruebas contra los ladrones
Los investigadores determinaron que tras cometer el robo, Ángelo y Porky accedieron al teléfono celular de Natalia para extraer información sobre sus productos bancarios. A las 5:06 de la madrugada del 24 de diciembre, se registró el retiro de 600 mil pesos en Medellín (Antioquia).
Días posteriores, sin denotar la más mínima muestra de humanidad, siguieron intentando realizar transacciones, las cuales fueron bloqueadas por el banco. Tras muchos intentos, lograron un avance por 8 millones de pesos de una de las tarjetas de crédito de la joven; sin embargo, no pudieron quedarse con el dinero.
Según los investigadores, estas personas tenían un amplio conocimiento en el manejo y acceso ilegal a cuentas bancarias. Prueba de esto es que lograron realizar un retiro en criptomonedas por un valor de 5 millones y medio de pesos.
El pasado 15 de febrero, un juez de control de garantías los cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario. El juez consideró que representan un peligro para la sociedad y que, estando en libertad, podrían afectar el desarrollo del proceso penal mediante la fuga. Los dos procesados no aceptaron cargos.
Pese a la evidencia probatoria, los dos han mantenido el discurso de que son inocentes. Recientemente, se conoció la posibilidad de un preacuerdo con la Fiscalía General, pero esta opción se cayó por la oposición de los familiares de las jóvenes.
La Fiscalía General sostiene que estos asaltantes hacían parte de una organización dedicada al robo de celulares en Bogotá y hackeo de cuentas bancarias.