Este lunes, 14 de febrero, la Registraduría Nacional avaló nuevamente el proceso de revocatoria contra el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, tras revisar nuevamente las firmas que entregó el comité promotor.

Ante la denuncia del mandatario local sobre irregularidades en más de 30.000 firmas, la Registraduría volvió a hacer una revisión de las mismas y determinó que el comité promotor sigue cumpliendo con los requisitos para seguir adelante con el mecanismo ciudadano.

En total se presentaron 383.685 firmas y después de todos los procesos de revisión se determinó que las válidas son 132.574. Las demás quedaron anuladas por algún tipo de inconsistencia.

Quintero había asegurado que la revocatoria estaba muerta. “Hay más información en camino sobre graves irregularidades en la financiación de la revocatoria, realmente está muerta, ya no es una preocupación para nosotros”, indicó en su momento el alcalde la capital de Antioquia.

Por esa razón, se han instaurado un número importante de acciones judiciales para frenar este proceso ya que a juicio del alcalde, nunca le permitieron revisar las firmas que presentaron para revocarlo.

En medio de toda esta polémica que se ha generado, el Consejo Nacional Electoral deberá certificar que los recursos y cuentas del comité promotor están en regla para que el proceso de revocatoria pueda continuar sin problema alguno.

Aunque los tiempos están ajustados, no es cierto que el proceso esté “muerto” como dice el alcalde porque todavía se puede convocar a las urnas a los habitantes de Medellín para que tomen una decisión de fondo sobre Quintero.

Lo cierto es que si antes del 31 de diciembre de este año no se convoca a las urnas, el proceso se caería automáticamente ya que por ley este mecanismo solo se puede aplicar en el segundo y tercer año de mandato.

La habían suspendido por presuntas irregularidades

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ya había suspendido el proceso de revocatoria en contra del alcalde por presuntas irregularidades en su financiación.

En un auto del pasado 13 de enero, con ponencia del magistrado César Augusto Abreo, y conocido en exclusiva por SEMANA, se suspendía dicha revocatoria hasta tanto no se desvirtuaran los hallazgos sobre las actuaciones financieras de ‘Más Medellín’, el comité que promueve la salida del cargo de Quintero.

El CNE convocó entonces una audiencia pública virtual para el miércoles 26 de enero a las 10:00 a. m. al alcalde y a Jorge Alejandro Posada Jaramillo, miembro del comité promotor ‘Más Medellín’.

Las autoridades indagaban si en la revocatoria de Quintero se estarían violando los topes. Una de las dudas a resolver es si se contrató a la firma del abogado Abelardo de la Espriella.

La certificación de las cuentas es un requisito obligatorio para que el proceso de la revocatoria continúe. Así lo deja claro la Ley 1475 de 2011 (reforma política), que en el artículo 15 señala que para que el registrador del Estado Civil entregue la certificación de la revocatoria tiene que cumplir este trámite.

“El registrador correspondiente no podrá certificar el cumplimiento de los requisitos constitucionales y legales cuando el promotor no haya entregado los estados contables dentro del plazo contemplado en esta ley o cuando los estados contables reflejen que la campaña excedió los topes individuales y generales de financiamiento permitidos por el Consejo Nacional Electoral”, señala la norma.

Medellín vive un momento político sin precedentes en su historia reciente. Después de ser gobernada por alcaldes con una alta aceptación popular y calificada como una ciudad modelo, la capital antioqueña es el escenario de una fuerte batalla entre los defensores y opositores del alcalde Daniel Quintero. En la mitad está un proceso de revocatoria que podría llegar a las urnas en un año electoral, lo que tendría implicaciones en las elecciones al Congreso y a la Presidencia.

En la ciudad el tema obligado de conversación es la suerte que correrá la revocatoria y si es justificada o no. Algunas calles están inundadas de afiches en contra de Quintero y, como es obvio, los ánimos están caldeados entre la clase política y empresarial. El mandatario ha subido el tono en su confrontación. “Este proceso está lleno de odio, de revancha”, asegura.