Luego de 18 meses al frente de la dirección de la cárcel La Picota, uno de los centros penitenciarios más importantes del país, Horacio Bustamante, integrante de la guardia del Inpec y con más de 28 años en la misma entidad, renunció a su cargo, según le explicó a SEMANA, para disfrutar de su pensión.
Bustamante lideró, por orden del director del Inpec, todos los operativos contra la corrupción en la cárcel La Picota, que frecuentemente estaba en el ojo del huracán por constantes hechos que advertían beneficios a privados de la libertad a cambio de millonarios pagos que hacían a los encargados de su custodia.
Estuvo vinculado al Inpec por casi tres décadas, donde se desempeñó como dragoneante, luego líder de uno de los sindicatos más importantes de la entidad, hasta hace un año y medio, cuando, en otro paso de su carrera, fue designado como director de La Picota y con la misión en pleno de erradicar la corrupción de este centro carcelario.
SEMANA habló con Horacio Bustamante, quien no solo confirmó que presentó la renuncia, sino que advirtió que lo hace con el propósito de disfrutar de su pensión, pero no descarta regresar a la entidad como asesor. Su experiencia en el sistema penitenciario de Colombia resulta de relevancia en momentos y coyunturas de tanta crítica sobre lo que ocurre al interior de las cárceles.
El Inpec inició una estrategia contra la corrupción y para frenar las actividades criminales de los privados de la libertad. Se conoce como el Plan Dominó, que entre otras cosas ha dejado un listado bastante largo de funcionarios de la misma entidad con investigaciones disciplinarias, pero también hechos criminales que fueron judicializados por la Fiscalía.
Incluso este mismo domingo, cuando se conoce la renuncia de Horacio Bustamante a la dirección de la cárcel La Picota, la Fiscalía entregó los resultados de un operativo que dejó la captura de un dragoneante del Inpec que en La Picota se encargaba de llevar el licor a algunos privados de la libertad que pagaban por los beneficios.
“La Fiscalía General de la Nación logró la judicialización de Jonathan Alexander Tulcán Quispe, un dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) señalado de recibir dinero por ingresar celulares, estupefacientes y bebidas embriagantes a un señalado cabecilla de las disidencias de las Farc privado de la libertad en la cárcel La Picota de Bogotá”, señaló la Fiscalía.
Esa lucha contra la corrupción, justamente, era la que tenía por encargo Horacio Bustamante, la misma que los reportes e informes que periódicamente se entregaban al director del Inpec permitió dar balances alentadores sobre la reducción de este delito y que sumado a los constantes movimientos de la guardia ayudaron a mejorar las cifras.
Bustamante estará en el cargo por dos semanas más, mientras la dirección del Inpec delega un nuevo funcionario para que se encargue de administrar, vigilar y controlar no solo a los privados de la libertad, sino a la guardia de La Picota. Por ahora, lo que queda claro es que el Inpec se queda sin una ficha fundamental para continuar con su estrategia contra la corrupción.