El candidato presidencial Rodolfo Hernández aseguró este jueves que está dispuesto a llevar a cabo el debate presidencial que fue ordenado por el Tribunal de Bogotá, aunque aseguró que es una “vía de abuso descarado e inconstitucional”.

Hernández afirmó que quiere que se realice en Bucaramanga y que espera que uno de los temas que se trate sea el de los llamados ´petrovideos´.

En una carta a la opinión pública, el candidato se dirige inicialmente a Gustavo Petro, que manifestó recientemente que estaba listo para el debate.

“Usted madrugó a decir que estaba listo ya para el debate, pero fiel a su estilo omitió precisar cómo, cuándo, dónde, con quienes, para qué y mil detalles que se tienen que prever. Yo también estoy listo, para debatir como lo estoy desde hace más de 50 años, cuando decidí construir viviendas, generar empleos, pagar impuestos y no vivir como un burócrata de profesión”, dice el documento.

Además, aseguró que, contrario a lo que muchos dicen, él si cuenta con un plan de gobierno, el cual ha manifestado en sus redes sociales y medios de comunicación en más de una oportunidad.

Hernández afirmó que si bien participará en el debate, considera que la forma en que se consiguió que se realizara es ilegal y que hacer uso de una herramienta tan importante como la tutela para esto es algo que “montaron sus amanuenses debe hacerse en acatamiento al fallo de los magistrados que mayoritariamente decidieron que un derecho se convirtiera en una obligación de corte estalinista”.

En este sentido, admitió que formará parte del debate, pero bajo condiciones como la participación y el trabajo de Marelen Castillo (fórmula vicepresidencial), Érika Sánchez, representante a la cámara electa por la LIGA; Adriana Vargas, coordinadora voluntaria de la campaña; Luisa Olejua, encargada de comunicaciones; Óscar Hernández, abogado que atendió la tutela, y Carlos Lemus, coordinador de voluntarios.

También pidió que, por temas de seguridad, se haga en la ciudad de Bucaramanga y que se tengan en cuenta los siguientes temas:

- Campaña sucia de desprestigio de contendores políticos.

- Alianzas politiqueras de los candidatos.

- Uso abusivo de recursos del presupuesto para las campañas.

- Violación de los topes de gastos.

- Fuentes de financiación oscuras de la campaña.

- Contratación de “estrategas”, valores pagados, reputación y antecedentes de esos personajes.

- Amenazas descaradas de generar caos y violencia si los resultados no le son favorables.

- Disposición de aceptar simple y llanamente los resultados electorales o condicionamiento a si única y exclusivamente le son favorables.

Aseguró que se trata de temas que considera “indispensables” a tratar en los 60 minutos que ordenaron los magistrados para el debate.

También le hizo un llamado a Petro para que asegure quién costeará los gastos de la transmisión en RTVC. “Supongo que usted dispondrá de sus multimillonarios recursos, lo pertinente porque de mi parte no destinaré un solo peso, porque además considero que es un derroche innecesario de dineros”, le dijo a Petro.

Igualmente, le dijo al candidato del Pacto Histórico que él debe correr con los gastos de viaje de las seis personas que impusieron la tutela, ya que sí o sí ellos deben asistir, so pena de incurrir en desacato al fallo dado por los magistrados.

El candidato afirmó que espera que las conductoras del debate sean Vicky Dávila, Darcy Quinn y Jessica de la Peña, así como tres hombres.

Sobre el tiempo de las respuestas, añadió: “Propongo que sea mínimo de cinco minutos por cada pregunta porque no he podido aprender a decir mentiras, por salir del paso. Mi formación profesional y mi vida se caracteriza por la argumentación y no por la demagogia”.

Finalmente, le recordó al candidato Petro que el debate se debe construir conjuntamente y que deben agilizar los principales puntos para poder llevar a cabo este encuentro en menos de 12 horas.

“Como si un debate fuera capaz de borrar nuestro pasado y los RODOLFISTAS DE CORAZÓN o militantes electores que hace cuatro años fueron ocho millones y que ahora fueron ocho millones y medio fueran a cambiar de opinión por lo que se diga o deje de decir en el endiosado y mitificado debate”, concluyó.