La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes había citado a un nuevo debate de la reforma laboral a las 9 a.m. Se esperaba que arrancara la discusión del proyecto, sin embargo, luego de varios minutos se canceló la sesión.
Los congresistas de la comisión no llegaron al recinto, por lo que no había suficiente quórum para dar el debate.
SEMANA conoció que a la comisión llegó el presidente de la Cámara, David Racero, a intermediar la situación. Posteriormente, se reunió a puerta cerrada con el presidente de esa comisión, Agmeth Escaf, también del Pacto Histórico, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y la representante María Fernanda Carrascal, de esa misma bancada. Luego de varios minutos, Escaf volvió al recinto y anunció que se cancelaba la sesión.
La razón de fondo es que no llegaron los congresistas al recinto y no había quórum. Allí solo estaban presentes los afines al Gobierno como el Pacto Histórico, Alianza Verde y uno de los congresistas de las curules de paz. También hicieron presencia algunos miembros de la oposición y los congresistas del Partido de la U.
En cambio, no llegaron los integrantes del Partido Conservador y el Partido Liberal. También llamó la atención que no había presencia del representante de Comunes. Tampoco estaban los miembros de la oposición, aunque algunos de ellos, como Andrés Forero, del Centro Democrático, llegaron al recinto atento por si se daba el debate.
“El día de hoy había irregularidades en la citación. En el Centro Democrático no íbamos a prevaricar por cuenta de los afanes que tiene el presidente de la Comisión Séptima, Agmeth Escaf y la ministra de Trabajo. Estaba mal citado”, aseguró el congresista.
En voz baja también se habló que la falta de quórum sería un claro mensaje en contra del Gobierno de que no le están caminando a las reformas que ha propuesto, luego del rompimiento de las relaciones de algunas bancadas con la Casa de Nariño.
“Comisión Séptima de Cámara no tuvo quórum, otra vez, para discutir la reforma laboral. Vamos bien, pero para estar seguros firmemos la consulta contra las Petro reformas”, celebró la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático.
Según algunos congresistas de la comisión, la inconformidad de varios es porque consideran que las reformas no se deben imponer, sino que deben ser producto del consenso y del debate en el Congreso. Especialmente, cuando se trata de reformas que son estructurales del Gobierno, como en este caso la reforma laboral.
Por ahora no se sabe cuando puedan a citar a un nuevo debate, ya que anunciaron que se informaría a través de la Secretaría a los congresistas que hacen parte de esa comisión. “Está muy enredado el tema”, dijo un parlamentario.
Algunos ya hablan de que la mejor opción sería arrancar de ceros, y, por lo tanto, que la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, retire la reforma laboral. “Si yo fuera la ministra, retiraría la reforma laboral”, aseguró Salcedo, del Partido de la U.
El congresista creen que la reforma laboral no tiene los consensos, tanto en las bancadas como en los trabajadores, los empresarios, los gremios, entre otros actores del sector que están atentos a lo que se discuta.
“No logra los consensos alrededor de organizaciones de trabajadores y ahí el Gobierno debería barajar de nuevo”, aseguró Salcedo.
En ese sentido, la reforma hoy no pasa por un buen momento, y aunque al comienzo parecía tener más acuerdos que la reforma a la salud, que ya fue aprobada en primer debate en esa comisión, lo cierto es que todo indica que estará más complejo el trámite de esta ley.
La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, se reunió con los congresistas de distintas bancadas durante varias semanas, sin embargo, al final de esas mesas técnicas algunos parlamentarios decidieron apartarse cuando abruptamente Carrascal decidió presentar la ponencia de la reforma cuando aún faltaban varios artículos por discutir. Eso llevó a que La U y el Partido Liberal le retiraran el apoyo.